27 de septiembre de 2025
Declaración del Partido Socialista (CIT en Inglaterra y Gales)
(Fotos: Paul Mattsson, Parlamento del Reino Unido/Jessica Taylor/CC)
Tras una semana de desacuerdos públicos entre los dos diputados de izquierda —Jeremy Corbyn y Zarah Sultana— que lanzaron la convocatoria para crear «Your Party», el proyecto vuelve a estar en marcha. Ya es posible afiliarse a «Your Party», y el correo electrónico en el que se invita a los simpatizantes a afiliarse también anunciaba que «la conferencia fundacional se celebrará en el ACC de Liverpool el sábado 29 y el domingo 30 de noviembre».
El hecho de que se estén dando pasos para desarrollar «Your Party» será una noticia muy bienvenida para las 800 mil personas que ya han manifestado su deseo de unirse. En el contexto de la brutal austeridad del Nuevo Laborismo Mark II de Starmer y los avances electorales de Reform, la necesidad de un partido obrero con políticas socialistas no podría ser más clara. Los miembros del Partido Socialista se unirán a «Your Party» y defenderán cómo puede alcanzar su potencial y convertirse en el tipo de partido que la clase trabajadora necesita con tanta urgencia.
Se han anunciado planes para debatir los borradores de los documentos sobre principios políticos, la constitución, las normas y la estrategia organizativa. Sin embargo, el plan actual esbozado para el debate no es, lamentablemente, una vía para un debate serio y la toma de decisiones. Las reuniones regionales «deliberativas» serán seguidas por la conferencia fundacional, a la que los organizadores esperan que asistan 13 mil miembros, con 6500 asistentes cada día. Los asistentes serán seleccionados por sorteo. A continuación, se llevará a cabo la votación final en línea, en la que todos los miembros votarán según el principio de «un miembro, un voto».
En nuestra opinión, estas propuestas no son un medio eficaz para construir un partido obrero democrático. En la práctica, ¿cómo podrían 13 mil personas debatir realmente el programa de un partido? ¿Ante quién rendirán cuentas los «delegados» de la conferencia? ¿A quién informarán? Ningún sindicalista querría que su delegado sindical o sus representantes en el lugar de trabajo fueran elegidos por sorteo aleatorio, en lugar de elegir a la persona que mejor lucharía por sus intereses. Una conferencia democrática debe basarse en delegados representativos y responsables, incluidos los de las organizaciones afiliadas.
No obstante, a pesar de estos problemas, la fundación de «Your Party» será un comienzo importante, y participaremos plenamente en los debates que se celebren en su seno, además de seguir defendiendo en el movimiento sindical que es necesario un nuevo partido y que los sindicatos deben ocupar un lugar central en él.
La solicitud para afiliarse a «Your Party» inicialmente establecía que un miembro no podía pertenecer a otro «partido político». Ahora dice «otro partido político nacional». Es de suponer que el cambio se ha realizado para tener en cuenta la gran cantidad de partidos locales de izquierda que han surgido en los últimos tiempos. Excluir a los miembros actuales de los partidos políticos del establishment —los conservadores, los reformistas o los laboristas, por ejemplo— es una precaución totalmente legítima contra los intentos de sabotaje, lo que, por supuesto, no impide que las personas que anteriormente formaban parte de los partidos establecidos puedan afiliarse si han cambiado de opinión.
Sin embargo, un artículo reciente en The Observer (25.09.25) fue el primer indicio de la inevitable campaña de la élite capitalista para intentar garantizar que sean las organizaciones socialistas las que queden excluidas. El autor, Donald Macintyre, concluía que el estricto control de la afiliación era «comprensible cuando toda una mezcolanza de organizaciones trotskistas y revolucionarias compiten por un lugar en un partido destinado a atraer a miembros «corrientes» y de la clase trabajadora». El hecho de que Macintyre descarte la posibilidad de que las organizaciones trotskistas estén formadas por personas de la clase trabajadora, entre las que se incluyen muchos líderes obreros, como los once miembros electos de los comités ejecutivos nacionales de los sindicatos que son miembros del Partido Socialista, dice mucho de sus prejuicios.
¡No a las exclusiones!
Sin duda, algunas de las organizaciones de izquierda dentro del nuevo partido resultarán irritantes para otras, pero sería un error muy grave ceder a las exigencias de la prensa capitalista y concluir que la solución son las exclusiones. Los intentos de imponer la unidad desde arriba nunca funcionan, como han demostrado los acontecimientos de la última semana. En cambio, es necesario permitir un debate libre y democrático sobre las numerosas cuestiones cruciales a las que se enfrentará este partido, dentro del cual es inevitable que haya tendencias organizadas.
Es fundamental que se incluya el derecho de los marxistas a organizarse dentro del partido, incluido el Partido Socialista. Anteriormente nos llamábamos Militant Tendency. En la década de 1980 y principios de la de 1990, lideramos dos batallas masivas que derrotaron al gobierno de Thatcher, primero en el Ayuntamiento de Liverpool y luego en la batalla contra el Poll Tax. A lo largo de esos años, fuimos objeto de una caza de brujas por parte del Partido Laborista, que comenzó con la expulsión del Consejo Editorial de The Militant en 1983.
Jeremy Corbyn fue uno de los miembros del Partido Laborista que siempre mantuvo una postura de principios al oponerse a nuestra expulsión. Entendía que, aunque nuestro supuesto «delito» era «ser una organización dentro de una organización», eso era una tontería. La derecha del partido también estaba organizada, al igual que lo estaba en Labour Together durante su lucha para derrotar a Jeremy Corbyn como líder laborista. Nuestro verdadero delito era nuestra capacidad para ganar un amplio apoyo para nuestro claro programa marxista y, como advertimos en su momento, nuestra expulsión fue el comienzo de un proceso que terminó en el Partido Laborista que tenemos hoy: una herramienta complaciente de la clase capitalista.
Esa experiencia ofrece importantes lecciones para «Your Party», que acertadamente aspira a ser un partido que realmente sea «para la mayoría, no para unos pocos». No lo logrará si sigue el camino del Partido Laborista de excluir a los socialistas y marxistas organizados. Está absolutamente claro que, especialmente ahora que el partido está despegando, la élite capitalista intentará asegurarse de que «Your Party» se convierta en un partido más del establishment, ejerciendo presión desde fuera —incluso para expulsar a los llamados «extremistas»— pero también organizándose para defender la «moderación» dentro del partido. Eso solo puede contrarrestarse con una estructura democrática, basada en la clase trabajadora, en la que los marxistas, junto con otras corrientes del movimiento obrero, puedan debatir el camino a seguir en la lucha por el socialismo en cada etapa.