Por Hugo Rodríguez. Comité por una Internacional de Trabajadores, CIT.
Una de las exigencias de la ciudadanía después de la criminal actuación de carabineros con motivo del estallido social de octubre del 2019, fue.
Reestructuración total de la institución de carabineros, a los mutilados, muertos y torturados se sumó cada vez con más claridad la participación de funcionarios de la policía uniformada con bandas delictuales, dedicadas al robo de cajeros automáticos, asaltos a tiendas y centro comerciales y otros tantos coludidos con bandas de narcotráfico.
CIPER hizo una profunda investigación dando a conocer los vínculos secretos de múltiples funcionarios con estas bandas.
En otra arista de la institución está la oficialidad con el famoso caso llamado PACOGATE donde se apropiaron de más de 35 mil millones de pesos.
A mediados de noviembre se dio a conocer el caso de un sub oficial y un cabo primero, quienes eran parte de una banda dedicada a diversos delitos.
Mientras la derecha presiona al gobierno para que intensifique la lucha contra la delincuencia y el narco tráfico, los medios de comunicación día a día nos muestran cada vez más asaltos y tiroteos o ajustes de cuenta.
La población sumida en el miedo a ser asaltada, y el gobierno cae en el juego aportando más dinero y equipamiento para una policía que ya no puede dar seguridad a nadie, salvo a los delincuentes.
De reestructuración profunda, nada ni siquiera algunos cambios cosméticos, el gobierno ha retrocedido totalmente en su programa.
Frente a este escenario, tenemos que plantear cambios profundos en materia de seguridad y organizarnos en los barrios en comités de defensa. Debemos tomar la seguridad en nuestras manos y volver a crear formas de poder popular para salvaguardad la tranquilidad en las poblaciones.
Comités de seguridad comandados por los propios vecinos organizados, ya que no podemos confiar en una institución que supuestamente está para defendernos pero que en la práctica es parte del problema.
