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Elecciones en Argentina, nada positivo para la clase trabajadora

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por Celso Calfullan

Socialismo Revolucionario, Comité por una Internacioal de Trabajadores CIT en Chile

Contra lo esperado, Unión por la Patria encabezado por Sergio Massa logró el primer lugar por un amplio margen, estuvo a solo tres puntos de ganar en la primera vuelta.

El voto de cierta manera le puso un freno a los constantes ataques de Javier Milei y sus seguidores de La Libertad Avanza. El candidato ultra derecha apenas logro 300.000 votos más que en las PASO, en esta elección votaron tres millones de personas que no habían votado en las anteriores elecciones (Paso).

La campaña de Milei fue una gran cantidad de disparates. Entre lo que más resalto fue la negación del genocidio cometido por dictadura. La negación además del daño ambiental. Su discurso anti-estado, su postura en contra de cualquier idea de justicia social y el rechazo de las responsabilidades del sector público, incluso en temas como educación, salud o el sistema de pensiones.

Con el  primer lugar en las Paso (internas abiertas) pensó que podría decir y hacer cualquier barbaridad y que eso no le restaría votos sino que le sumaría nuevos apoyos, un gran error de cálculo de su mente enferma.

Patricia Bullrich por su parte perdió un significativo margen de sufragios. Su fuerte sermón anti-kirchnerista no logró disimular el carácter de sus propuestas, que apuntaban contra los sectores populares y  su discurso de “mano dura” que la acercó demasiado a Milei. Juntos por el Cambio pasó en menos de un año de ser el amplio favorito a obtener la presidencia a ocupar un lejano tercer lugar, con poco más del 20%.

Massa logró una proeza que parecía muy difícil, prácticamente imposible: Salir primero en una elección en que todos lo daban por perdedor, en medio de índices de inflación apocalípticos, junto a un fuerte incremento de la pobreza, en medio de un contexto de inestabilidad e incertidumbre generalizado en Argentina.

Lo que más ayudó a Massa fue no resaltar su propuesta, sino resaltar los peores rasgos de las propuestas de sus oponentes, de modo de asustar a amplios sectores de la población de como podían perder sus derechos más elementales, con la eliminación de conquistas históricas de los sectores populares.

Lo central de su discurso y sus acciones tuvo un tono de mesurada defensa de la tradición peronista. Trató asimismo de parecer sensato frente a los delirios de sus rivales, incluso de mostrarse moderado presentando una propuesta de “consenso” como era su ofrecimiento de un “gobierno de unidad nacional”, haciendo guiños claramente hacia la derecha y la elite.

El resultado tangible fue que Unión por la Patria sumó más de dos millones y medio de votos más que los que había obtenido en las Paso, elección que se había realizado en agosto recién pasado. Ahora sería un error dar por hecho un triunfo de Massa en la segunda vuelta. Dado que Milei y Bullrich sumaron en conjunto más del 50% de los votos, algo que no se puede obviar. Frente a eso, el actual ministro de Economía tendrá que salir a buscar votos desesperadamente de todos lados.

La proxima elección se definirá entre los partidarios de las políticas más duras de ajuste antipopular. Por cierto con algunos matices que van desde la negociación con pretensiones de “equilibrio social”, con un Estado fuerte y presente. Pero nada indica que un discurso lleno de promesas hacia los sectores populares será lo que llevaran a cabo en una futura gestión de Unión por la Patria.

Lamentablemente la única alternativa que no era pro-mercado o de continuidad capitalista la candidatura del FIT-U. Con Myriam Bregman como su candidata, solo fue apoyada por menos del 3% de los sufragios.

Como sea el escenario está abierto y cualquiera sea el resultado de las elecciones de noviembre, los trabajadores y sectores populares deberán seguir luchando por la defensa de sus derechos. La única alternativa será seguir trabajando por construir una verdadera alternativa política que represente los intereses populares, como la única forma de frenar los ataques constantes de la clase dominante.

Celso Calfullan.

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