13 de agosto de 2020
CWI CIT
por Scott Jones. Cuba
Imagen: Mapa de Cuba (Creative Commons)
Cuba tiene una de las tasas de mortalidad de Covid-19 más bajas del mundo: 0,8 por cada 100.000, comparado con las 67 del Reino Unido y las 44,1 de los Estados Unidos. Además de esto, Cuba ha enviado médicos, enfermeras y otros trabajadores de la salud a otros 26 países durante la pandemia.
También dio refugio al MS Braemar, un crucero que transportaba 682 turistas principalmente británicos, que tenían casos de coronavirus a bordo. Anteriormente, varios países del Caribe le habían denegado la entrada. Según fuentes del Gobierno británico, la administración de los Estados Unidos se había negado a ayudar.
Cuba lo ha hecho frente a un brutal embargo comercial de seis décadas por parte de los EE.UU., cuya realidad se ha vuelto a demostrar durante la pandemia. Un envío de 100.000 mascarillas, kits de diagnóstico y ventiladores de China fue bloqueado en ruta hacia Cuba porque el propietario del carguero es una empresa con sede en EE.UU. sujeta al embargo.
Nacionalización
El embargo se estableció en 1960, en respuesta al gobierno revolucionario de Cuba que nacionalizó las empresas de propiedad americana, sin compensación, ese año. Las nacionalizaciones siguieron a la revolución que derrocó al dictador Fulgencio Batista, apoyado por los Estados Unidos, y a los súper ricos, dueños de casinos, gángsteres y jefes que habían dominado y explotado a Cuba. (Ver “La revolución cubana a los 60: defender las conquistas y luchar por la democracia obrera”)
Aunque la revolución cubana no se basó en la clase obrera, y el régimen que la introdujo ha sido dirigido burocráticamente desde arriba sin la democracia obrera que debe tener el genuino socialismo, es uno de los grandes golpes de martillo históricos al capitalismo.
Una combinación de la presión de las masas cubanas y la hostilidad del imperialismo de EE.UU. llevó al nuevo gobierno cubano a nacionalizar la mayor parte de la economía. Esto incluyó todas las grandes industrias, la tierra y gran parte de la propiedad privada de los capitalistas de EE.UU. y, en algunos casos, el crimen organizado. La hostilidad llegó a apoyar la intervención armada en 1961, en la infame invasión de Bahía de Cochinos, así como los subsiguientes ataques terroristas llevados a cabo por la CIA y los exiliados cubanos de derecha.
Ello supuso un enorme avance en la vida cotidiana del pueblo cubano, avances que, como demuestra su gestión de la pandemia, perduran en gran medida hasta el día de hoy. Las ganancias sociales incluyen la sanidad y la educación gratuitas. La esperanza de vida es ahora casi dos décadas más larga que en 1959 y la mortalidad infantil es menor que en los Estados Unidos.
Hay ahora 15 veces más médicos desde la revolución, con la mejor relación médico-paciente del mundo. Y el internacionalismo médico que se ha mostrado durante la pandemia no es nada nuevo – desde la década de 1960 400.000 profesionales médicos han proporcionado asistencia sanitaria en 164 países. Cuba incluso tenía brigadas preparadas para ayudar en los EE.UU. durante el desastre del huracán Katrina en Nueva Orleans en 2005, pero el gobierno de EE.UU. rechazó esta ayuda.
Debido al sistema médico completamente nacionalizado del país, y también a las dificultades para obtener ciertos medicamentos debido al embargo, Cuba también ha realizado impresionantes innovaciones biotecnológicas. Un medicamento antiviral cubano, el Interferón Alfa-2B, que se ha utilizado desde los años 80 para ayudar a los pacientes a combatir los virus, está ahora ayudando a los pacientes a recuperarse de las diferentes etapas de Covid-19. Cuba dice que a nivel mundial, ha habido más de 70 solicitudes de productos farmacéuticos que ha desarrollado.
El embargo comercial se llama “el bloqueo” en Cuba, refiriéndose a los primeros años en que se aplicó por un bloqueo naval de EE.UU. Se estima que le ha costado a Cuba un billón de dólares.
Desde 1992, la asamblea general de las Naciones Unidas ha aprobado una resolución cada año condenando el embargo y declarándolo en violación de la ley internacional, con los Estados Unidos y un puñado de sus aliados votando en contra cada año.
Hubo un deshielo muy limitado en las relaciones cubano-estadounidenses bajo la presidencia de Barack Obama, pero Donald Trump las ha hecho retroceder e incluso ha reforzado el embargo, aplicando 90 medidas económicas contra Cuba sólo entre enero de 2019 y marzo de 2020. Ha tratado de presionar a otros gobiernos para que rechacen la ayuda de Cuba durante la pandemia.
El embargo se endureció aún más en los años 90 con el colapso de la Unión Soviética. Obligó a Cuba a entrar en lo que se conoció como el “período especial”, que en realidad significó medidas de austeridad, ya que los vastos recursos y fondos canalizados a Cuba desde Moscú se agotaron.
Es un testimonio del apoyo a las conquistas revolucionarias de Cuba y de la determinación de mantenerlas, que la economía planificada de Cuba sobrevivió a este período.
Pero la influencia de la Unión Soviética, combinada con la ausencia de una auténtica democracia obrera desde el principio, hizo que la economía planificada de Cuba se desarrollara en un modelo burocrático vertical, similar a los “estados obreros deformados” de Europa oriental, y a la propia Unión Soviética.
El programa del Partido Socialista y del Comité para una Internacional de los Trabajadores es una “revolución política” para derrocar a la burocracia cubana, y la implementación de la democracia de los trabajadores, con representantes electos – a nivel nacional, regional y local – que rindan cuentas y estén sujetos a una revocación inmediata. Pedimos que estos representantes elegidos reciban sólo el salario medio de los trabajadores.
La revolución de 1959 contó con el apoyo total de los trabajadores y las masas pobres de Cuba, y muchos de los revolucionarios, encabezados por el ejemplo del Che Guevara, fueron increíblemente abnegados. La mayoría de los funcionarios cobraban salarios medios y rechazaban cualquier beneficio. Cuba nunca ha asumido el mismo carácter horrible de la Rusia de Stalin.
Pero debido a que la revolución se logró a través de la guerra de guerrillas y no había un partido revolucionario como los bolcheviques en Rusia en 1917, no ha habido el lugar de trabajo clave y la democracia política mencionada anteriormente. Particularmente desde el colapso de la Unión Soviética en 1990, esto la ha dejado abierta al ataque y a la explotación nuevamente.
La economía planificada y las conquistas socialistas de la revolución han mostrado de nuevo durante Covid-19 lo que se puede lograr rompiendo con el capitalismo y dando un vistazo a lo que se podría lograr bajo el genuino socialismo.
Cruce de caminos
Cuba cuenta con el apoyo y la simpatía de los trabajadores y los jóvenes de todo el mundo. Pero hoy Cuba es un país en una encrucijada. Tanto el orgullo de su notable pasado revolucionario, como los problemas y amenazas del presente, se pueden ver al visitar el país.
Cuba ha sufrido los golpes de martillo de la recesión mundial de 2008, y el agotamiento del petróleo barato de la caótica Venezuela que ayudó a sostener a Cuba a través de sus vínculos con el ex presidente venezolano Hugo Chávez y su gobierno populista de izquierda. Ahora, el Covid-19 está agravando los problemas económicos al afectar en particular al turismo, del que Cuba depende cada vez más desde los años 90. La pandemia ha golpeado al estado, que controla gran parte de la industria turística, y a los muchos trabajadores que están empleados en el sector.
La necesidad de oponerse y construir una alternativa a la creciente amenaza de la restauración capitalista, y de luchar por una auténtica democracia obrera y una economía planificada socialista en Cuba en estos tiempos tumultuosos, es más urgente que nunca.
Este movimiento, defendiendo las conquistas y ganando otras nuevas, luchando al lado de la clase obrera y la juventud que cada vez se pone más en acción en todo el mundo, podría construir una verdadera alternativa socialista al capitalismo. Y este movimiento, inspirándose en la revolución cubana, mientras aprende sus lecciones, puede ganar.