Ximena Goecke
Cada vez más estoy pensando, como feminista primero, y ante los hechos después… que necesitamos pensar en otro régimen político. Necesitamos creatividad. La democracia esta bien en slogan, pero la realidad es que nació como un régimen político basado en la diferencia / o la igualdad dentro de los iguales…. Y no funciona como soñamos. Permite validar discursos de odio, como libertad de expresión y que lleguen al poder figuras funestas, dispuestas a profundizar el sufrimiento social. Es decir, termina reafirmando las formas de dominación y segregación actual. Y cuando digo creativos, digo proponer algo nuevo que logre el objetivo de humanidad, horizontalidad, solidaridad y participación que buscamos.
Es un tema común, que atañe tanto a mujeres como hombres. Para mí pensar que en un modelo que nació excluyendo a las mujeres – al igual que a extranjeros y a otras clases sociales no-propietarias–se puede convertir en uno que las integre, parece que es una idea equivocada. A lo que voy es que por uno u otro lado, lo que parece ser participación igualitaria se termina deformando en formas de dominación, legitimadas por una sensación de igualdad que no es real.
Para mi las demandas del feminismo, es importante aclarar, tampoco son etéreas o cosas de mujeres. Son de cambio civilizatorio. No es posible concretarlas sin cambios radicales en la forma de convivir, producir y decidir.