Celso Calfullan
El regreso a clases este lunes 1 de marzo 2021 es una completa irresponsabilidad del gobierno de la derecha más recalcitrante y criminal que tenemos en Chile, que encabeza el empresario Sebastián Piñera.
Es evidente que las condiciones de higiene o sanidad que se requieren ni remotamente se cumplen en los colegios de las comunas más pobres de nuestro país, donde la pobreza y la precariedad es pan de cada día.
La voluntariedad de la que habla el gobierno tampoco se cumple en los colegios privados o privados subvencionados, donde los profesores son sometidos a una enorme presión por los sostenedores privados, que a toda costas quieren hacer funcionar su “negocio”, incluso a costa de poner en peligro la vida de los estudiantes o profesores y por ende de las familias de esos estudiantes y profesores.
Pero lo que ya está quedando claro es que son los empresarios los que están poniendo presión al gobierno para que hagan funcionar los colegios a como dé lugar, porque los colegios en los sectores populares, más que colegios donde los chicos van a estudiar en realidad son guarderías de niños, donde las trabajadoras y trabajadores tienen que dejar a sus hijos para que los cuiden mientras ellos van a sus trabajos. Esto es algo que se hizo demasiado evidente durante todo este periodo de pandemia, en que los colegios estuvieron cerrados.
Pero los empresarios necesitan esa mano de obra barata que está representada fundamentalmente por las mujeres trabajadoras y trabajadores menos calificados y para esto necesitan que los colegios o guarderías de niños funcionen.
A la derecha y los empresarios nunca realmente les ha interesado mucho que los hijos de los trabajadores reciban una educación de calidad, todo lo contrario en realidad, lo que ellos necesitan es mano de obra barata.
No es casualidad que en los colegios de las comunas más pobres de Santiago, más del 80% de los estudiantes no aprenden lo que les enseñan o debieran enseñar en sus cursos.
La gran mayoría de los alumnos que van a los colegios de las comunas y poblaciones más pobres no tienen la menor oportunidad de elegir un colegio que les pueda entregar una mejor educación, como plantea la teoría neoliberal.
Todos los establecimientos de esos sectores, tienen la misma situación de bajo rendimiento académico y en realidad no es mucho lo que pueden hacer frente a esto.
A pesar de que los profesores de estos establecimientos hacen muchos esfuerzos y se preocupan harto de los niños, ellos viven pendientes de cuidarlos, darle afecto, apoyarlos y lo que es más importante en la mayoría de los casos asegurarse que reciban alimentación.
Entre tantas necesidades que tienen estos niños, bajo tanta presión la prioridad no es la académica, aunque estén adentro de un colegio y esta debiera ser la principal prioridad de los estudiantes.
Mientras no seamos capaces de poner fin a tanta desigualdad y le pongamos fin al negocio de la educación y esta vuelva nuevamente a ser un derecho, solo podemos ver como se agranda aún más la enorme desigualdad que existe entre la educación que reciben los hijos de las comunas ABC1 y la que reciben los hijos de los trabajadores.
El problema de fondo sigue siendo el capitalismo, por eso mismo que es tan importante poner fin a este sistema de injusticias y desigualdad, para construir una sociedad más justa y solidaria; pensada para las grandes mayorías y no solo para una pequeña capa de privilegiados.
Socialismo Revolucionario.