por Jano Ramírez
En estos días miles de familias estamos recibiendo la cuenta de la luz y la sorpresa es indignante. ¡los cobros han subido 20, 30 mil pesos o incluso más! ¿Cómo es posible que, con un servicio de tan pésima calidad, tengamos que pagar cada vez más caro?
Ayer, con apenas unas horas de lluvia, se registraron cortes de energía en distintos sectores. Un sistema eléctrico frágil, sin respaldo, que deja a miles de hogares a oscuras ante cualquier imprevisto. Mientras tanto, ENEL y las empresas privadas se llenan los bolsillos a costa de nuestro bolsillo, cobrando tarifas abusivas y ofreciendo un servicio que no resiste la más mínima exigencia.
Esto no es casualidad, la energía en Chile está en manos de un puñado de privados que lucran con un derecho básico. Los servicios públicos deben ser públicos, gestionados de manera eficiente y pensando en las necesidades de la mayoría, no en la ganancia de unos pocos.
Hasta cuándo vamos a soportar estos abusos. ¡No más alzas injustificadas, no más cortes de luz, no más privilegios para las empresas! Es hora de exigir una energía pública, de calidad y al servicio del pueblo.
