La categórica derrota de Macri, en las elecciones primarias (PASO), fue algo que prácticamente casi nadie anticipo, en relación a la contundente diferencia que se produjo. La derecha Macrista neoliberal que representa “Cambiemos” fue derrotado por su rival peronista Alberto Fernández que encabezo la coalición Frente de Todos. Fernández se llevó el 48% de los votos – 15,5% por delante de Macri. Los encuestadores una vez más hicieron un gran papelón, ninguno de ellos se anticipó al enorme debacle que sufrió el macrismo. Ahora ambos candidatos se tendrán que enfrentar en las elecciones de octubre.
Alberto Fernández y su compañera de lista Cristina Kirchner propinaron una verdadera paliza al presidente en ejercicio Mauricio Macri y a la derecha más retrograda del país trasandino.
Basta revisar un poco, para saber por qué se dio este contundente resultado. Macri prometió por ejemplo reducir la inflación y llevar la pobreza a cero, algo que no pudo estar más lejos de la realidad, dado que ambos aumentaron bajo su gobierno. Las imágenes de los argentinos pobres haciendo fila en las calles para recibir comida es el mejor ejemplo de esto.
Solo en el año 2018 el peso argentino perdió más de la mitad de su valor contra el dólar, la inflación se disparó, llegando a uno de los índices más altos del mundo, 47,6%.
Esto ha tenido un enorme impacto sobre la pobreza, 2 millones setecientas mil personas cayeron bajo la línea de pobreza en un solo año, esto llevo a que un tercio del país hoy es pobre, a la mayoría de los argentinos hoy le cuesta llegar a fin de mes con el salario que reciben.
El gobierno de Macri ha hipotecado el futuro de Argentina con el FMI por varias décadas, sólo queda volver a declarar el no pago de esa deuda ilegítima para que el futuro gobierno recupere espacio de maniobra presupuestaria.
Todo esto solo hace pronosticar que en las elecciones generales de octubre, Macri y su coalición de derecha tendrán que salir del gobierno y que le quedan dos largos meses por delante y rezar para que se produzca un milagro, como lo pidió el ministro de hacienda chileno para mejorar la economía.
Efectos inevitables en América Latina
La derrota de Macri es también la derrota de las políticas del FMI y de uno de los principales lacayos de Trump en este continente.
También con este resultado se empieza a echar por tierra la manoseada idea que con el triunfo de Macri, Piñera y Bolsonaro estábamos viendo un fuerte “giro a la derecha” en nuestra región.
A la derrota de Macri tenemos que sumarle los enormes problemas que ya tienen el gobierno de Piñera y Bolsonaro. Por otro lado no podemos olvidar que Macri era un referente para el presidente Piñera en Chile.
La derrota de Macri, representa la derrota de la derecha Latinoamericana
Pero si algo está claro es que la derrota de Macri, claramente representa una derrota para la derecha, no solo en la Argentina, sino en el continente.
Para entender esto solo basta mirar la reacción histérica de Jair Bolsonaro ante la derrota de Macri. Llevando incluso el ministro de economía brasilero Paulo Guedes, a amenazar con salirse del Mercosur a raíz de este resultado. Esta reacción se entiende dado que Argentina representa el tercer socio comercial más grande que tiene Brasil.
Por otro lado no podemos olvidar también que Macri, Piñera y Bolsonaro llegaron a sus gobiernos haciendo una fuerte campaña contra Venezuela y diciendo que si no votaban por ellos tendríamos otra Venezuela en estos países, pero todos estos gobiernos hoy están en crisis y bancarrota, todo esto a pesar de que no sufren un boicot, ni bloqueo por parte de Estados Unidos y sus satélites europeos.
Parece que estamos viendo el comienzo del declive de los aires triunfalistas de la derecha Latinoamérica y de nuevo están entrando en pánico en nuestro continente.
Como era de esperar en una situación de gran polarización contra Macri, en que la clase trabajadora se volcó en un voto que asegurara la derrota del gobierno que trajo pobreza masiva al pueblo Argentino, el Frente de Izquierda y de Trabajadores (FIT) tuvo pobres resultados. Sin embargo no es menos cierto que esos varios cientos de miles de votos claramente socialistas y anticapitalistas muestran la decidida voluntad de un sector no despreciable de perseverar en el avance de posiciones de lucha de clase trabajadora.
Lo que se viene para la Argentina, se está repitiendo en el resto del continente. Los trabajadores argentinos están rechazando el gobierno de Macri y su ajuste anti-obrero, además de sus políticas contra los trabajadores. Los futuros gobiernos continuarán con estos ataques a la clase trabajadora.
Fernández, ha hecho campaña sobre una base populista radical, pero sin abogar por una ruptura con el capitalismo y por políticas socialistas. Fernández y Kirchner, se quedaran dentro del capitalismo y esto sin duda significará nuevos ataques a la clase obrera, incluso en el caso de que inicialmente adopten algunas medidas radicales limitadas, como se ha visto durante los gobiernos anteriores de los Kirchner.
Los trabajadores argentinos tendrán que prepararse para futuras luchas y tomar la decisión de construir un partido de masas que represente sus intereses y un programa socialista revolucionario para romper con el capitalismo y con una clara vinculación con la clase obrera en toda América Latina.
Celso Calfullan.
Socialismo Revolucionario, CIT en Chile.