Podemos terminar con el nefasto sistema de AFP
por Patricio Guzmán S.
Santa Cruz se quedó atrapado en su campaña de medias verdades, o mentiras, especialmente que los fondos de AFP eran propiedad de los afiliados. La propiedad supone el derecho de uso y goce del bien, en este caso de dinero en las cuentas de capitalización individual, pero cuando los trabajadores afiliados necesitan ese dinero, incluso en un caso de fuerza mayor como enfermedad o desempleo las AFP se niegan a devolverlo.
Las pensiones de AFP empeoran continuadamente. Como los fondos de los trabajadores se invierten en la especulación financiera de las bolsas los grandes beneficiados son bancos y grandes empresas que acceden permanentemente a capitales baratos. Pero tal como ocurrió a partir de la gran recesión de 2007 – 2008 la economía ya se está contrayendo atravesada por la guerra comercial de EEUU con China, y los enfrentamientos geopolíticos. La nueva recesión global que se anuncia en la economía en uno o dos años amenaza con una pérdida enorme de los fondos previsionales de los trabajadores, especialmente los que no alcancen a refugiarse en los fondos tipo E que son los que tienen inversiones menos riesgosas.
Así cuando abogados especialistas en derecho de propiedad trabajaron con el movimiento NO + AFP, con una batería de demandas y consiguieron que una llegara al Tribunal Constitucional, el sistema de AFP se vio en un brete del que no ha parado de enredarse más y más. Si el Tribunal Constitucional acepta que por primacía del derecho de propiedad los afiliados pueden retirar sus fondos se abrirá una brecha para terminar con el sistema de AFP, si por el contrario aceptan la posición de AFPs y gobierno toda la supuesta propiedad de los afiliados quedará en entredicho y el sistema de AFP perderá aún más legitimidad. En cualquier caso las AFP saldrán mal paradas.
Si ocurre que e TC le da a razón a la profesora que reclama retirar sus fondos, se trata de conseguir el masivo retiro de los fondos cautivos. Queremos que este sistema espurio se hunda y levantar un verdadero sistema de pensiones de Seguridad Social, de reparto y solidario.
Lo decisivo en cualquier caso es la organización, las iniciativas y la movilización social. Sería ingenuo depositar todas nuestras esperanzas en las instituciones descompuestas impuestas por la Constitución de la dictadura cívico militar y la transición pactada.
Nos cansamos del robo legal. Queremos hundir a las AFP. No hay que tener temor a decirlo.