por Patricio Guzmán S.
La senadora democratacristiana Ximena Rincón se ha apresurado a anunciar su rechazo a la nueva Constitución, incluso antes de conocer el texto de la misma. No es de extrañar, Ximena Rincón ha estado vinculada a los intereses de la gran empresa y el régimen desde importantes cargos políticos en PDC del que fue vicepresidenta durante la presidencia de Soledad Alvear (2006), ocupó importantes cargos en el aparato de Estado, fue intendente de la Región Metropolitana de Santiago desde enero de 2005 hasta marzo de 2006 solo para mencionar algunas posiciones ocupadas por ella.
En el gobierno de Ricardo Lagos fue nombrada superintendenta de Seguridad Social, desempeñando el cargo desde el 11 de marzo del 2000 hasta el 26 de enero de 2005, de forma escandalosa tras el termino del gobierno Rincón ingresó en 2006 al directorio de la AFP Provida. Este hecho escandaloso pero habitual en los gobiernos de la Concertación y también en los dos de Piñera de «sillas musicales» entre el Estado y la gran empresa privada motivó denuncias incluso de miembros del su propio partido que apuntaron a la posibilidad de realizar lobby por parte de Rincón mientras se discutía la reforma al sistema previsional propuesta por el gobierno de Michelle Bachelet.
Actualmente Ximena Rincón es senadora por el periodo 2010 – 2018, y ocupa la presidencia del Senado. Con las jugosas remuneraciones, honorarios y privilegios que comporta ser miembro de la «Cámara Alta». No es de extrañar que reaccionara airadamente a la decisión de terminar con esta cámara que tradicionalmente ha sido más reaccionaria en el Congreso, y el lugar donde van a morir los proyectos de ley indeseables para los poderosos.
Ximena Rincón ha sido abierta defensora del sistema de las AFP, uno de los pilares del modelo de capitalismo neoliberal en Chile, que por cierto, ha sido un gran éxito para la acumulación de capital en beneficio de grandes empresas y bancos con la contrapartida de pésimas pensiones autofinanciadas que terminan siendo subvencionadas por el Estado para que los pensionados no caigan bajo la linea de extrema pobreza.
En previsión del fin de este sistema fracasado la derecha ha iniciado desde ya una campaña por el rechazo, demagógicamente la presentan no para favorecer por más años los intereses de los grandes grupos económicos defendiendo el derecho a propiedad y herencia de los fondos ahorrados forzosamente por los trabajadores, mientras al mismo tiempo se oponen a los retiros y se niegan a devolvernos estos dineros que dice que son nuestros. Por eso no es de extrañar que Ximena Rincón una loba de derecha disfrazada con la piel de una corderito de «centro izquierda» anuncie su rechazo a la nueva Constitución incluso antes de conocer el texto de la nueva Constitución. La casta política desesperadamente busca defender los privilegios del super ricos y sus grandes empresas capitalistas.
