23 de diciembre de 2024.
Kieran Molloy, miembro retirado de Unite y simpatizante de Militant Left (CIT en Irlanda del Norte)
La vergonzosa decisión del gobierno laborista británico de Keir Starmer de recortar el subsidio invernal de combustible de 300 libras para los pensionistas, excepto para los que cobran la pensión estatal y tienen derecho a créditos de pensión, provocó una tormenta de protestas y oposición. El pago fue introducido por primera vez por el gobierno del Nuevo Laborismo de Tony Blair en 1997. El hecho de que ésta fuera una de las primeras decisiones del gobierno de Starmer, anunciada sin previo aviso y sin ningún tipo de proceso consultivo, es un claro indicio de la naturaleza antiobrera del gobierno de Starmer.
En respuesta, las secciones de jubilados del sindicato Unite, junto con activistas pensionistas, han lanzado una campaña de protestas y piquetes para que se restablezca el recorte. La naturaleza antidemocrática de este recorte fue expuesta por la moción de Unite en la conferencia del partido laborista en septiembre de este año. La moción pedía que se restableciera el pago y fue aprobada por una pequeña mayoría.
Esto no conmovió a la dirección laborista, ya que en gran medida no tienen que rendir cuentas ante tales decisiones de la conferencia. En Westminster, sólo un diputado laborista votó en contra de la posición del Gobierno. Irónicamente, los odiados conservadores votaron a favor de mantener el pago.
La atención se ha centrado en Irlanda del Norte y en todo el Reino Unido en las asambleas regionales. La campaña ha obligado al ministro de Comunidades de Irlanda del Norte, Gordon Lyons (Partido Unionista Democrático), a conseguir 17 millones de libras de los partidos del Ejecutivo que gobiernan las asambleas locales, lo que equivale a 100 libras por cada pensionista. Afirmó que se necesitaban 44 millones de libras, que no tenía.
La respuesta inicial del Ejecutivo fue que se oponían al recorte, pero que no podían revertirlo a nivel local. Todos los partidos del Ejecutivo local firmaron incluso el compromiso de Unite, declarando que el recorte era «algo que no podemos apoyar en conciencia». En realidad, al principio sí lo hicieron. Por lo tanto, no está claro de dónde proceden estos 17 millones de libras. La realidad es que el enfado de 250.000 pensionistas, muchos de los cuales probablemente votarán en las próximas elecciones, influyó en esta decisión.
Esta concesión es bienvenida, pero claramente no es suficiente. Los partidos del Ejecutivo tampoco cumplieron con su obligación legal de llevar a cabo una Evaluación del Impacto sobre la Igualdad (EQIA) antes de decidir que no tenían dinero para pagar nada. Ahora han decidido llevarla a cabo tardíamente hasta el próximo mes de marzo. La fecha límite para los pagos de 100 libras es también el próximo mes de marzo, el final del invierno, momento en el que muchos pensionistas habrán muerto de enfermedades relacionadas con el frío.
El gobierno de Westminster también ha sido impugnado ante los tribunales por Unite, con una revisión judicial por motivos similares. Estos procedimientos deberían desenmascarar al Gobierno, pero por sí solos no le obligarán a dar marcha atrás. Nuestra campaña en Irlanda del Norte fue la primera en obtener una concesión. Ahora se ha extendido a otras regiones del Reino Unido, y el gobierno escocés ha anunciado una marcha atrás, pero no ha dado una cifra. Lo mismo ha ocurrido con algunas autoridades locales de Inglaterra.
También hay que señalar que el Ejecutivo norirlandés encontró dinero extra para prorrogar durante tres años las paliativas sociales a los recortes del Gobierno anterior, como la vergonzosa regla de los dos hijos (un tope a las prestaciones sociales para las familias con más de dos hijos).
Es una opción política
Los activistas lo han acogido con satisfacción y han señalado que es posible encontrar los recursos dentro del presupuesto de Stormont para mitigar el pago de combustible de invierno para los pensionistas. Es una opción política. La campaña para restablecer el pago ha tenido que hacer frente a las distorsiones del Gobierno y los medios de comunicación acerca de que los pensionistas más ricos no necesitan el pago. Afirman que los pensionistas que cobran la pensión estatal y que pueden solicitar créditos de pensión seguirán recibiendo la ayuda. El problema es que muchos pensionistas quedan excluidos si superan en unas pocas libras la pensión estatal y el proceso de solicitud es un proceso en línea difícil. Muchas personas tienen también pensiones de jubilación a las que han contribuido durante décadas. La mejor manera de garantizar un trato justo a todos los pensionistas es aplicar el principio de universalidad. También es más fácil y rentable solicitarla. Se pueden encontrar mecanismos para tratar a los pensionistas más ricos a través de sistemas impositivos progresivos que pueden discutirse con la Convención Nacional de Pensionistas y los sindicatos.
Un número significativo de pensionistas de Unite han desafiado repetidamente a la dirección de Unite por su vinculación con los laboristas y han pedido la desafiliación y una alternativa política. Las pensiones británicas están entre las más bajas de Europa. Necesitan un aumento significativo. El sector energético debe pasar a ser de propiedad pública, lo que erradicaría la especulación y reduciría las facturas. Sobre todo, necesitamos un partido basado en el movimiento obrero que luche por nosotros.
