Esto afectará a los jóvenes trabajadores entre 18 a 28 años, que se encuentren cursando estudios de educación superior en una institución universitaria o técnica. Este proyecto está destinado principalmente a empresas del retail y servicios.
Este proyecto busca dar mayor flexibilidad a la jornada de trabajo para jóvenes que estudian y trabajan. Se supone que estos ingresos no se consideraran para optar a la gratuidad en la educación, becas fondo solidario, crédito con aval del Estado y otros.
Pero lo que queda claro es que ninguno de estos supuestos beneficios justifica un “contrato especial” que hace más precario el trabajo de los jóvenes.
Ya está claro que este proyecto es un paso atrás para los trabajadores y que no solo perjudicará a los jóvenes, sino que finalmente terminará perjudicando a todos los trabajadores, empujando los salarios y los derechos laborales hacia abajo.
Cosas como jornadas discontinuas de trabajo. Los o las trabajadoras pueden prestar servicios en la empresa incluso tres veces al día, mañana tarde y noche, mientras el horario total no exceda 12 horas diarias, sin considerar las necesidades académicas, sino a la voluntad del empleador. Esto disminuirá la calidad de la vida del o la estudiante y afectará su rendimiento.
Las jornadas de trabajo se acuerdan entre el o la trabajadora y la empresa, lo que en la práctica es inviable, siendo inexistente el poder de negociación individual frente al empleador. En otras palabras, las jornadas las fijará unilateralmente la empresa.
Está claro que no podemos aceptar que se legisle un contrato especial precario, sino que se reconozcan más derechos a todas y todos quienes estudian y trabajan.
Todo lo anterior nos demuestra que solo podemos rechazar este proyecto de ley, ya que los únicos beneficiados serán los empresarios como siempre ocurre.
¡LLEGO LA HORA DE LUCHAR! ¡NO AL ESTATUTO JOVEN!
UNETE Y ORGANIZA LA LUCHA.
Socialismo Revolucionario
CIT en Chile.
