Hugo Benedicto
Socialismo Revolucionario, CIT en Chile.
A mediados de los años ochenta en las postrimerías de la dictadura comienza a fraguarse la primera traición a la clase trabajadora, los estudiantes y la juventud que luchaba contra la opresión cívico militar.
En los años 86 y 87 comenzaron las secretas reuniones entre algunos representantes de la llamada izquierda de esos tiempos y personeros de derecha junto a importantes representantes de bancos y multinacionales como Shell y la Ford.
Curiosamente la historia se repite con los personajes, ahí estaba el actual presidente Sebastián Piñera, Ricardo Lagos con señora incluida, Patricio Aylwin y Gabriel Valdés. En esas reuniones se comenzó a sellar el compromiso de no tocar a las AFP, de no cambiar las reglas del juego a los “inversores” que durante 17 años tuvieron todo dado para llenarse los bolsillos sin contrapeso de ningún tipo.
Hoy día, más o menos con los mismos argumentos de una supuesta paz social, otros nombres se reúnen de la misma manera para asegurar a la derecha y empresarios que nada cambiará, que con unos cuantos cambios cosméticos podrán seguir gozando de sus privilegios y prebendas bajo el fiel paraguas del Neoliberalismo desenfrenado.
El fin de semana recién pasado se vivió una jornada de “consulta” ciudadana (No se atrevieron a llamarlo plebiscito) pero en muchas Municipalidades no pusieron la opción mayoritaria de la gente, la cual es Asamblea Constituyente con participación del 100% de la ciudadanía y ahora enfrentamos una avalancha publicitaria diciendo que la gente mayoritariamente está por una convención constituyente que claramente no es una asamblea.
El plebiscito ya se hizo en la calle desde el 18 de octubre y el dictamen es categórico: RENUNCIA PIÑERA, ASAMBLEA CONSTITUYENTE Y NUEVA CONSTITUCIÓN.
NINGUNA CONFIANZA EN EL PARLAMENTO.
Solo las organizaciones de trabajadoras(es), pobladores y juventud pueden hacer los cambios que Chile necesita.
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