25 de septiembre de 2024
Saarankan, Campaña de Solidaridad Tamil
La novena elección presidencial que tuvo lugar el 21 de septiembre de 2024 no se parece en nada a lo ocurrido en el pasado. Es la primera elección desde el movimiento de masas de 2022 (Aragalaya) que derrocó al ex presidente Gotabaya Rajapaksa. Estas elecciones también marcaron una profunda fragmentación política que tuvo lugar en todo el país. La verdadera contienda fue entre dos partidos cuyos votos estuvieron muy reñidos, lo que provocó retrasos en el recuento. Es la primera vez en la historia de Sri Lanka que tuvo que realizarse un segundo recuento preferencial, ya que en el primero no surgió un ganador claro.
El sistema de votación de representación proporcional utilizado en las elecciones presidenciales permite a los votantes elegir su primera, segunda y tercera preferencia en su papeleta de voto. El primer voto preferencial se dividió entre Anura Kumara Dissanayake (AKD), de la coalición Poder Popular Nacional (NPP), que obtuvo el 42%, y Sajith Premadasa, de la coalicion Poder Popular Unido (SJB), que recibió el 32%. Ningún partido pudo alcanzar el umbral mínimo requerido de más del 50% para asegurarse la victoria en las elecciones presidenciales, por lo que tuvo que realizarse un segundo escrutinio preferencial, que declaró vencedor a Anura, del Poder Popular Nacional.
Diversas agencias habian pronosticado violencia si la coalición del NPP, liderada por el Frente de Liberación Popular (JVP), perdía las elecciones. De ahí que se anunciara un toque de queda hasta el mediodía del día 22 de septiembre. La batalla entre Anura y Sajith ha sido feroz. Sajith tuvo que luchar por cada voto, sobre todo haciendo todo lo posible por atraer a los votantes del norte y el este. Sajith también tuvo problemas, ya que una parte de la clase capitalista apoyaba a Ranil Wickremesinghe, líder de su antiguo partido, el UNP (Partido Nacional Unido). Sin embargo, Ranil Wickremesinghe se presentó como candidato independiente con la ilusión de que eso podría reportarle más votos.
Por otro lado, AKD adoptó un enfoque de «línea dura» y continuó con su legado de azuzar el chovinismo cingalés, construyendo su base principal en el sur de la isla. Las políticas de AKD no representaban políticas marxistas. Fue capaz de conseguir el apoyo de antiguos partidarios de la familia Rajapaksa, obteniendo una mayoría significativa incluso en lugares como Hambantota. Algunos medios de comunicación, sobre todo occidentales, se refieren a él como un candidato marxista, lo que es totalmente erróneo; AKD también se aseguró de distanciarse de los principios marxistas para ganar las elecciones.
También se suele describir a Anura como la nueva alternativa que traerá un cambio limpio al corrupto gobierno de Sri Lanka. AKD también es visto como alguien que puede sacar a la clase trabajadora de la pobreza y las penurias que sufre. Sin embargo, sus políticas y su manifiesto no ofrecen un cambio real. Las políticas de AKD no difieren fundamentalmente de las de Ranil Wickremesinghe; la victoria de Anura no vendrá de sus políticas supuestamente «izquierdistas». En cambio, la esperanza y la ira contra el corrupto establishment político desempeñaron un papel clave. La perspectiva chovinista cingalesa también ayudó a conseguir su apoyo.
Sajith representa a la clase capitalista. Pero, como medida desesperada, hizo promesas a algunos partidos musulmanes y tamiles. Esto, combinado con la terrible postura del AKD sobre la cuestión nacional, significa que el NPP obtuvo pocos beneficios en el norte. Una pequeña parte del voto del Norte y del Este fue a parar a Anura, lo que es sorprendentemente más de lo que suelen conseguir. Sin embargo, dados los recursos que utilizaron en el Norte y el Este para su campaña, AKD fracasó estrepitosamente en el Norte. El NPP no logró impresionar a la población votante del Norte. La población no les apoyó, sobre todo por su postura ante las demandas tamiles, incluidas las nacionales.
Sajith, por el contrario, obtuvo un número significativo de votos en Kilinochchi, que tuvo una importante participación del 68%. Aunque una parte importante del noreste votó a favor de Ranil, esto no significa que estén respaldando a las élites y a la clase capitalista. Lo que sigue dominando es la cuestión nacional. Esto puede verse a través de los votos obtenidos por el candidato común tamil, Pakkiyaselvam Ariyenthiran.
La idea de un candidato común tamil surgió mucho más tarde en la campaña electoral. Sin embargo, el candidato común tamil consiguió un número significativo de votos en el norte y el este. Ariyenthiran quedó segundo en el distrito Norte, por detrás de Sajith. En el Este, sin embargo, su debilidad siguió siendo significativa, ya que cayó al tercer puesto, por detrás de Sajith y Ranil. Esto plantea muchos interrogantes. Aunque el diputado del Partido Estatal Tamil de Sri Lanka (ITAK), que se opuso a la decisión de Sumanthiran de apoyar a Sajith, tiene su base en Kilinochchi, Sajith consiguió ganar votos significativos incluso en su base. El mero hecho de que el candidato común tamil no pudiera derrotar a un candidato del sur ni siquiera en Jaffna demuestra lo fragmentados que se han vuelto los votos tamiles.
Otra observación es que Ariyenthiran, diputado de Batticaloa, no pudo liderar la ganancia de votos ni siquiera en su propia región. Quedó por detrás de los tres candidatos del sur.
Esto pone de manifiesto la enorme desconexión entre la clase trabajadora tamil y los políticos tamiles. Tratar de ganar votos tamiles sin abordar plenamente todas sus demandas -democráticas, económicas y nacionales- hace imposible movilizarlos plenamente. Todos los que participan en la candidatura común tamil, así como los que piden a los tamiles que rechacen a las fuerzas chovinistas del sur, deben dar un paso al frente para construir un programa político con visión de futuro entre los tamiles.
Entre los marxistas que se presentaron a las elecciones, Siritunga Jayasuriya, del Partido Socialista Unido (USP), destacó como alguien que apoyaba plenamente los derechos de los tamiles. Fue el único candidato que situó la cuestión nacional en primer plano. Sin embargo, la cuestión nacional por sí sola no basta para unir a los tamiles del norte y el este. Han sufrido enormemente una guerra prolongada y un genocidio que aún les persigue. Pedirles que confíen en los políticos tamiles y abandonen la tendencia a votar a los capitalistas del Sur, como se ha visto en anteriores elecciones, no dará fruto.
Lo que es imperativo es destacar una posición clara sobre la cuestión nacional junto con todas las demás reivindicaciones, con el objetivo de crear fuerza entre la clase obrera del Norte, del Este y también del Sur. Esta estrategia no fue planteada por ningún candidato, excepto el Partido Socialista Unido.
La batalla postelectoral para garantizar los derechos de las masas no ha hecho más que empezar. La tarea que tenemos por delante es inmensa. Los que están firmemente del lado de las masas deben aspirar a la máxima unidad sobre una base de principios para fortalecer nuestra lucha.