Un 5 de octubre de 1974, Miguel Enríquez Espinosa, murió en desigual combate contra agentes militares y de la DINA el Secretario General del Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR. Hasta su muerte fue líder de la resistencia contra la dictadura Pinochetista.
por Celso Calfullan.
El 5 de octubre de 1975 estaba preso en una de las tantas prisiones secretas que tenía la dictadura: “Cuatro Álamos”, después de pasar por el centro de tortura de Villa Grimaldi y llegar en bastante malas condiciones a este nuevo recinto, era el más pendejo de los presos que habían en ese lugar, estaba en la pieza número trece que estaba al final del pasillo.
Entre todos se decidió rendir un homenaje al compañero Miguel Enríquez, dado que ese día se cumplía un año de su muerte, un año desde el día que cayo luchando contra la dictadura.
Por alguna razón en esa pieza había un pulpito, que sirvió como escenario para los diferentes números artísticos que se presentaron para rendir honor al compañero Miguel.
Entre los números que todavía recuerdo está el de un compañero uruguayo, supuestamente montonero que canto “Malena Canta el Tango” con una emoción que nos estremeció a todos los que estábamos ahí.
“Malena canta el tango como ninguna. Y en cada verso pone su corazón. A yuyo del suburbio su voz perfuma. Malena tiene pena de bandoneón…”
Otro número que todavía recuerdo es el de joven mirista que canto “Señora” de Joan Manuel Serrat, que era muy atingente a la situación que él estaba pasando en ese momento. “Ese con quien sueña su hija. Ese ladrón que os desvalija. De su amor, soy yo, señora. Ya sé que no soy un buen yerno. Soy casi un beso del infierno…” era claro que especialmente en ese momento su suegra lo quería menos todavía que antes, pero bueno así es la vida.
Este sin duda debe ser uno de los mejores homenajes rendidos al compañero Miguel Enríquez y su coraje revolucionario.
