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Asamblea Constituyente y otras preguntas derivadas de los recientes levantamientos sociales en América Latina

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 Por Tony Saunois

Secretario del Comité por una Internacional de los Trabajadores,  CIT.

  1. Los explosivos movimientos masivos que han sacudido a América Latina, Haití, Irak, Líbano, Irán y otros países han abierto un nuevo capítulo en la lucha contra el capitalismo. Cada uno de estos movimientos revolucionarios tienen ciertas características particulares, así como también características comunes. Todos estos son una expresión de la ira de las masas y un rechazo tanto a las clases dominantes como también al neoliberalismo, nepotismo y corrupción que se ha acumulado durante décadas. Estos movimientos heroicos tienen, generalmente, una conciencia de clase, uniendo tanto a trabajadores como a aquellos oprimidos por raza, religión o género. Una nueva generación jóvenes trabajadores y estudiantes han estado a la cabeza de estos eventos titánicos.

 

  1. Estos movimientos de masas incluyen muchos elementos revolucionarios clásicos, así como también formas tradicionales de la lucha de la clase trabajadora, incluyendo convocatorias a huelgas y paros nacionales. Con los años también se han incorporado nuevas características, las cuales han tomado lugar de manera internacional bajo la sombra de lo que fue el colapso de los regímenes estalinistas burocráticos en la antigua Unión Soviética y en Europa del Este, así como la ofensiva ideológica capitalista contra el «socialismo» que le siguió. Estos movimientos no han dejado de existir y han tomado lugar sin una representación fuerte de partidos de la clase obrera. En el pasado los ex-partidos de la clase trabajadora, incluso los de base reformista, defendieron el ideario  socialista. Pero, en general, hoy han abandonado cualquier idea de luchar por el socialismo y, en su lugar, han fomentado el capitalismo. La hostilidad hacia los antiguos partidos de la clase obrera, como el Partido Socialista en Chile, ha sido tan palpable como lo es la pérdida de autoridad del Partido Comunista en Chile y otros países, especialmente entre las generaciones más jóvenes.

 

  1. Estos levantamientos sociales han sido de carácter espontáneo y carecen de organización y liderazgo. De cierto modo, la espontaneidad de estos eventos, especialmente en Chile, ha sido una fortaleza. Si los antiguos partidos reformistas y estalinistas de trabajadores hubieran estado a la cabeza de estos movimientos probablemente estos habrían actuado como un freno al movimiento social, impidiendo que este llegase tan lejos como lo ha hecho.
  1. La ausencia de organización y liderazgo han sido, por otro lado, la debilidad de este movimiento ya que este carece de un claro programa, organización y estrategia para llevar los cambios requeridos adelante. Los límites de un movimiento espontáneo ahora están chocando con las tareas planteadas en cuanto al cómo oponerse al gobierno y al sistema existente y también al como implementar una alternativa en su lugar.

 

  1. Durante cuatro meses, multitudinarias protestas sacudieron a Chile hasta sus cimientos. El apoyo al gobierno de Piñera se derrumbó, con índices de aprobación de un patético 6%, principalmente entre sus mas ricos aliados. Piñera carece de credibilidad o autoridad. Según una encuesta realizada en enero del 2020, el 56% apoya la continuación de las protestas contra el gobierno. Este gobierno esta flotando como un cadáver en un mar de gente que inunda las calles de Chile. Sin embargo, aún permanece en el poder y no se ha definido una alternativa concreta en su lugar.

 

  1. En muchas situaciones revolucionarias, puede desarrollarse un período de doble poder donde ambos, la clase dominante y la clase trabajadora mantienen el control. La clase dominante ya no puede gobernar en la forma en que solía hacerlo, pero la clase trabajadora tampoco se encuentra lista tomar el poder y formar su propio aparato alternativo de gobierno y estado. Tal situación no puede continuar de manera indefinida y uno de los dos lados deberá prevalecer. A pesar del colapso en autoridad y credibilidad del régimen de Piñera y de la escala de este movimiento de masas, especialmente en noviembre de 2019, la situación no se llego a convertir en un estado de doble poder. La falta de cohesión y organización de este movimiento de masas permitió que el gobierno continuara funcionando, aunque con poca autoridad o credibilidad.

 

  1. Por otra parte, los heroicos movimientos unificados del Líbano e Irak, los cuales aun continúan, han enfrentado las intervenciones sectarias de Hezbolá en el Líbano, Sadr en Irak, y a otros que intentan dividir el movimiento.

 

  1. En todos estos levantamientos sociales, temas cruciales de programas, organización, tácticas y estrategia se plantea de manera muy clara. Relacionado con esto está la cuestión de la conciencia política que existe entre la clase obrera, la clase media y las masas. Estas preguntas son críticas tanto para los trabajadores como para los marxistas y los jóvenes involucrados en estas luchas. Hay lecciones importantes de estos movimientos revolucionarios que deberían aplicarse en las batallas que estallaran en otros países en los próximos meses y años.

 

  1. En los acontecimientos revolucionarios que han sacudido a América Latina han surgido tres cuestiones centrales y es necesario que los marxistas aborden estos temas.

 

  1. En primer lugar, la demanda por una Asamblea Constituyente, la que ha adquirido un apoyo masivo, especialmente en Chile. Esta demanda se repite en otros países latinoamericanos y también es relevante en las protestas en Irak, Líbano, Irán, entre otros.

 

  1. En segundo lugar, hay ciertas preguntas sobre la organización de la clase trabajadora y las masas oprimidas en estos movimientos; junto con la cuestión de la representación de las masas trabajadoras y la necesidad de construir un real partido revolucionario.

 

  1. En tercer lugar, en América Latina, está surgiendo la lucha de los pueblos «indígenas», los cuales han sido centrales en los movimientos en Ecuador, Bolivia, Perú y también juega un elemento crucial en Chile a través de las luchas del pueblo Mapuche. La escala de este fenómeno es una nueva característica de la lucha de clases en el continente.

 

La Asamblea Constituyente.

 

  1. La lucha por una Asamblea Constituyente ha aparecido en muchas revoluciones, incluyendo la revolución burguesa francesa de 1789; la revolución rusa en 1917; China en 1927; durante la guerra civil española en la lucha contra la dictadura franquista en España en la década de 1970 y en la lucha contra la dictadura de Pinochet en el período 1980/90. En Nigeria ha surgido en la lucha contra los anteriores regímenes militares.

 

  1. La demanda por una Asamblea Constituyente revolucionaria o Asamblea Nacional tiene un carácter burgués-democrático. En general, esta demanda ha surgido históricamente en países como Rusia pre-revolucionaria o China y en otros lugares donde la misión de estas revoluciones burguesa-democrática no se había llevado a cabo en su totalidad. Estas tareas – el establecimiento de una democracia parlamentaria capitalista, el desarrollo de la industria, una solución a la cuestión de la tierra, la abolición de los restos del feudalismo y el establecimiento un estado nación – han sido logradas, de manera histórica, por medio de una burguesía de otra era, en países que más tarde se convertirían en naciones capitalistas industrializadas. En la era del imperialismo, sin embargo, esto no podría llevarse a cabo completamente ya que el mundo neo-colonial de la clase capitalista nacional es débil y esta estrechamente ligado tanto con el terrateniente feudal y el imperialismo; y también por su miedo a la clase obrera.

 

  1. Como demostró la revolución rusa, la finalización de las tareas de la revolución democrática-burguesa recayó en la clase obrera, combinándola con la revolución socialista a nivel nacional que, para tener éxito, tuvo que ser de carácter internacional, vinculando la clase obrera entre países capitalistas industrializados. Estas ideas fueron aclaradas por Trotsky en su teoría de la revolución permanente con la cual Lenin, en 1917, también estuvo de acuerdo.

 

  1. Bajo condiciones sociales semi-feudales o semi-capitalistas, o bajo un ejército dictatorial, las demandas democráticas de un parlamento o asamblea nacional son de importancia crucial. En aquellos países donde la revolución tiene un carácter combinado de la finalización de revolución democrática-burguesa y revolución socialista, esta podría plantear una pregunta vital. Las ilusiones de que la «democracia» resultará en la solución para todos los problemas que las masas enfrentan son extremadamente poderosas en tales condiciones. Las sociedades pre-burguesas, o donde las tareas de la revolución burguesa no se han llevado a cabo completamente a través de una Asamblea Constituyente, son importante como un medio para llevar a cabo las tareas de la reforma agraria y la unificación de la nación, y para reflejar la relación de clase en aquellas sociedades entre la clase trabajadora, el campesinado y la clase media.

 

La revolución rusa

 

  1. Los soviets, durante la revolución rusa, fueron un fenómeno para la clase trabajadora, penetrando capas trascendentales del campesinado. La demanda de una asamblea constituyente durante este periodo asumió una gran importancia. Sin embargo, la demora en su convocatoria dio como resultado que esta asamblea fuera ignorada y reemplazada por los soviets, quienes estaban conformados por la clase trabajadora y, más tarde, también contaban con el apoyo de grandes capas de la campesinado – especialmente los campesinos más pobres. La experiencia de la revolución rusa ilustra que la demanda y la lucha por una Asamblea Constituyente no siempre tiene la misma importancia. Bajo ciertas condiciones y por un determinado tiempo, puede ser una prioridad dentro las demandas de un partido revolucionario. En otros momentos, sin embargo, esta puede tener menos importancia, especialmente si se tratara de una forma más desarrollada de democracia de la clase trabajadora, como la de los soviets, la cual adquirió un mayor apoyo y autoridad.

 

  1. ¿Por qué las masas chilenas están demandando una Asamblea Constituyente hoy?  ¿Acaso no hubo una transición desde la dictadura militar de Pinochet al sistema parlamentario «democrático» que existe hoy en el país?

 

  1. Este llamado a una Asamblea Constituyente también se repite en otros países latinoamericanos, pero en Chile ha asumido un carácter masivo durante los recientes acontecimientos. Esta se debe, en gran medida, al carácter de la «transición» que tuvo lugar al final de la Dictadura de Pinochet. A pesar de que hubo elecciones parlamentarias y presidenciales, la “democracia parlamentaria” que se estableció fue ínfima. La constitución heredada de Pinochet aun permanece. La máquina brutal de su régimen estatal permanece intacta y ha seguido reprimiendo de manera salvaje las protestas y las luchas, especialmente de los jóvenes y los mapuche en el sur del país.

 

  1. Además, desde la transición a la «democracia», todos los partidos y gobiernos en Chile, incluidos los gobiernos «socialista» como el de Michelle Bachelet, han seguido aplicando las mismas políticas sociales y económicas liberales las cuales han fracasado en desafiar el aparato estatal. Todos los partidos – incluyendo el Partido Socialista y el Partido Comunista- han estado involucrados en esto.

 

  1. En el imaginario colectivo de las masas chilenas, la idea de una Asamblea Constituyente está vinculada con la idea de cambiar todo el sistema político y poner fin al modelo neoliberal que ha dominado Chile desde el golpe militar en 1973. La Asamblea Constituyente es vista como un medio para resolver todos los problemas sociales que enfrentan las masas. Esta demanda fue acoplada a la demanda de expulsión del gobierno de Piñera junto con todos los otros partidos políticos del poder actualmente con la intención de establecer un «nuevo modelo».

 

  1. Sin embargo, cuál debería ser este «nuevo modelo» o sistema alternativo no ha sido aun definido claramente, no más allá de la idea simple de una sociedad más «justa» e «igualitaria».

 

  1. ¿Qué actitud deberían adoptar los marxistas ante esta cuestión? Como en todas las revoluciones o en revoluciones parciales hay dos peligros presentes. Uno es el atarse a una presión oportunista y simplemente apoyar el llamado a una Asamblea Constituyente sin explicar lo que se debe hacer para resolver los problemas sociales y las demandas de la clase obrera y de las masas.

 

  1. El otro peligro, es simplemente descartarla como una trampa parlamentaria defendida por la dirección «reformista» o «estalinista» para descarrilar el movimiento y caer presa de sectarismo.

 

  1. Lamentablemente, esto último es lo que la agrupación, Izquierda Revolucionaria (IR), en España ha hecho. En un artículo «La lucha de clases golpea el mundo»  , publicado en diciembre de 2019, estos denunciaron correctamente las propuestas del gobierno chileno y criticaron el papel del Partido Comunista por su participación en el «proceso institucional» gubernamental. Sin embargo, no explican qué alternativa seria necesaria. Se deja de lado la demanda de una Asamblea Constituyente y se confunde con la propuesta del gobierno de Piñera para una Convención Constitucional: «La dirección del movimiento ha convertido, desde el principio, la demanda de una Asamblea Constituyente en el punto central», ignorando el apoyo entusiasta de las masas que existe ante esta idea.

 

  1. Si bien  IR reconoce que para las masas la demanda tiene un impacto muy concreto – Se plantea que, si la nueva constitución respeta el orden capitalista actual, nada sustancial cambiará y el sistema actual permanecerá. Si bien esto es cierto, entonces, ¿qué posición deberían tomar los marxistas ante esta demanda democrática que es central para las masas, a las cuales  dejan colgando en el aire?

 

  1. Ellos hacen la asombrosa afirmación de que «En la revolución rusa en 1917, Los bolcheviques no movilizaron a las masas oprimidas con esta demanda (La Asamblea Constituyente)”. Afirman que «los bolcheviques elevaron la demanda de paz, pan y tierra, y la necesidad de que los trabajadores, liderando la masa de los campesinos, tomaran el poder y establecieran un régimen socialista democrático «.

 

  1. Ellos desestiman la demanda de una Asamblea Constituyente y la necesidad de darle una contenido socialista revolucionario. Implícitamente, en el mismo artículo, se oponen a revolucionarios que apoyan la lucha por esta. Sin embargo, este problema fue crucial para los Bolcheviques en etapas particulares de la revolución rusa.

 

  1. Su programa no solo se limitó a las demandas de «pan, paz y tierra» y un régimen socialista democrático. Lenin y Trotsky son claros en este punto. En sus escritos sobre China, Trotsky explica la situación en Rusia antes de la revolución y el enfoque adoptado por los bolcheviques; «Los cadetes usaban todos los trucos de la ley para alargar la convocatoria de una Asamblea Constituyente con la esperanza de que la ola revolucionaria disminuyera. Los mencheviques y los Socialistas Revolucionarios siguieron el ejemplo de los cadetes. Si los mencheviques y los Socialistas Revolucionarios hubiesen tenido un impulso un poco más revolucionario, se podría haber convocado una Asamblea Constituyente en unas pocas semanas. ¿Los bolcheviques hubiéramos participado en las elecciones y en la asamblea misma? Indudablemente, porque fuimos nosotros quienes exigimos todo este tiempo la convocatoria más rápida de la Asamblea Constituyente «. (Trotsky ‘El eslogan de una asamblea nacional en China, abril de 1930. Énfasis en el original). Incluso antes de la revolución de 1917 hubo tres demandas centrales conocidas como las «tres ballenas del bolchevismo», estas fueron; la jornada de ocho horas, la confiscación de las propiedades terratenientes y una República Democrática, esta última  incorporaba la idea de una Asamblea Constituyente.

 

  1. Trotsky, basándose en la experiencia de la revolución rusa, aplicó esto muy concretamente a la revolución china en la década de 1920, y esta formó parte de su crítica del programa y métodos adoptados por los estalinistas.

 

Relevancia para el Chile de hoy

 

  1. El enfoque adoptado por los bolcheviques es extremadamente apropiado para la situación en Chile hoy. Las masas exigen una Asamblea Constituyente como un medio de resolución a todas sus demandas sociales y económicas. Sin embargo, la clase dominante, Piñera y toda la «oposición» política oficial está haciendo todo lo posible para evitar que esto suceda.

 

  1. Estos no están proponiendo una Asamblea Constituyente sino una » Convención Constitucional» no democrática. Actualmente se ha pospuesto el plebiscito para Octubre del 2020. Allí en la primera cédula se la pregunta ¿Quiere usted una Nueva Constitución? , donde habrán 2 alternativas, de «apruebo» o «rechazo» para cambiar la constitución.  En la segunda cédula, se preguntará ¿Qué tipo de órgano debiera redactar la Nueva Constitución?, donde habrán 2 alternativas: Convención  Mixta Constitucional o Convención Constitucional. La Convención  Mixta Constitucional estará compuesta por un 50% de los parlamentarios existentes y 50% de la «sociedad civil». Mientras que la Convención Constitucional estará integrada exclusivamente por por miembros elegidos popularmente, bajo el actual sistema de elección parlamentaria. Cabe señalar, que cualquier cambio propuesto a la constitución requerirá de 2/3 de mayoría antes de ser sometido a un segundo plebiscito. Esto es una trampa para las masas con el fin de evitar la convocación de una Asamblea Constituyente genuinamente democrática.

 

  1. Los partidos más de derecha, UDI (Unión Democrática Independiente) y secciones de la Renovación Nacional (partido de Piñera) han declarado que apoyará un voto de «rechazo» con respecto a cualquier cambio en la constitución de Pinochet. El «radical» Frente Amplio  esta dividido, con una parte de  este que apoya la Convención Constitucional. Lejos de desviar el movimiento hacia una Asamblea Constituyente, el Partido Comunista, «con dudas» y «reservas» esta participando en el proceso fraudulento propuesto por el gobierno. Ha pedido un voto de «apruebo» para cambiar la constitución mientras hace sus propias propuestas sobre la composición de esta Convención. De este modo, está dando legitimidad a la Convención antidemocrática y al procedimiento iniciado por el gobierno en respuesta a las protestas masivas. Todos los principales partidos políticos están haciendo todo lo posible para desviar el movimiento lejos de una Asamblea Constituyente por el miedo a lo que esto significaría. Si esta se convocase, podría exponerlos y abrir, potencialmente, un camino hacia un mayor cuestionamiento gubernamental. Para evitar esto se esta intentando desviar el movimiento hacia un callejón institucional sin salida, que estos mismos controlan.

 

  1. Tal maniobra para tratar de contener el movimiento revolucionario de las masas fue realizado por la clase dominante y los líderes reformistas y estalinistas en el pasado. En España, el movimiento revolucionario contra el franquismo fue canalizado conscientemente por los estalinistas en una votación para cambiar la constitución con el fin de evitar la revolución. Lo mismo se hizo en Chile al final de la dictadura de Pinochet a través de un referéndum para permitir una «transición». Esto fue utilizado por la dirección de ese momento para evitar un levantamiento social, especialmente por parte de los jóvenes.

 

  1. Los marxistas y el CIT apoyan el movimiento de masas y la demanda de una Asamblea Constituyente. Esta refleja diferentes niveles de conciencia política entre la clase trabajadora, el campesinado y secciones de la pequeña burguesía. Es necesario apoyarla sobre una base revolucionaria, y vincularlo con la necesidad de que la clase trabajadora construya sus propias organizaciones independientes para convocarlo y establecer un poder alternativo: un gobierno de los trabajadores y los más pobres.

 

  1. Incluso si la clase dominante convocara una Asamblea Constituyente, lo cual bajo ciertas circunstancias es posible, esta podría convertirse en un instrumento crucial en la educación de clase trabajadora y de las masas, preparándolas para llevar la revolución a un nivel superior.

 

  1. Trotsky enfatiza este punto nuevamente en sus escritos sobre China cuando especula que, si la Asamblea Constituyente hubiera sido convocada anteriormente en Rusia, hipotéticamente en abril, esta habría enfrentado todos los problemas sociales. La clase dominante habría sido obligada a revelar su posición y el papel traicionero de los conciliadores habría sido expuesto. Esto habría ayudado a los bolcheviques a conseguir más apoyo y a fortalecer su posición en los soviets que se habían formado en fábricas y en lugares de trabajo. Sin embargo, como demostró la Revolución Rusa, la demanda y la lucha por una Asamblea Constituyente pueden ser superadas por ciertos acontecimientos. La importancia que esta asume durante un proceso revolucionario puede variar. La velocidad de los eventos en Rusia en 1917 resultó en que la lucha por una Asamblea Constituyente quedara obsoleta en relación al aumento de la autoridad y poder de los soviets. Para cuando los soviets tomaron el poder en noviembre, la Asamblea Constituyente ya había quedado en el pasado y representaba una etapa de antaño en la lucha de clases.

 

  1. La demanda por una Asamblea Constituyente plantea directamente la cuestión de quién o qué organizaciones la convocarán. Por lo tanto, esta puede convertirse en un puente para ayudar a los trabajadores y las masas para sacar conclusiones de la necesidad de construir sus propias organizaciones de lucha independientes, las cuales, potencialmente, podrían convertirse en un poder alternativo para la clase obrera. En la Rusia revolucionaria de 1917 la clase trabajadora formo los soviets, siguiendo el ejemplo de la Revolución de 1905. Estos estaban basados en fábricas y lugares de trabajo con delegados electos democráticamente y sujetos a revocación inmediata si así lo estimaba el electorado. Estos se convirtieron en instrumentos decisivos de lucha y, en octubre, en la base para establecer un gobierno de “trabajadores y campesinos”.

 

  1. En Chile hoy no se puede confiar en Piñera ni en ningún otro gobierno para convocar un Asamblea Constituyente sobre una base democrática. Este régimen, claramente, no tiene intención de convocar algo más que una farsa fraudulenta que estará dominada por los actuales odiados partidos parlamentarios y bloques políticos. Al mismo tiempo, hoy no existen soviets ni ningún otro organismo que se le parezca. Este aspecto de la organización del movimiento de masas es fundamental y se necesita impulsar urgentemente para fortalecer y llevar la lucha hacia adelante.

 

El movimiento de masas y las organizaciones de trabajadores independientes.

 

  1. Los únicos foros que han surgido hasta ahora a nivel local o comunitario en Chile han sido los «Cabildos». Estas son asambleas locales de residentes y vecinos en las comunidades locales o comunas. Estas reuniones prácticas aún no son, en general, estructuras establecidas o estables.

 

  1. No son comparables a los soviets en Rusia, o los «Cordones Industriales» que se formaron en las fábricas en Chile bajo el gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende en 1970-73. Los Cordones Industriales eran organizaciones poderosas, establecidas por los trabajadores en oposición a líderes sindicales reformistas y al Partido Comunista de masas. En esencia, eran estructuras embrionarias de tipo soviético.  Junto con estos, en las comunidades locales, los JAP (consejos locales) fueron establecido por el gobierno. Estos se convirtieron en solidas estructuras sociales de la comunidad, las cuales tomaban medidas en el control de los precios de productos, evitando así el acaparamiento y la especulación durante el bloqueo económico y sabotaje impuesto por la clase capitalista.

 

  1. Hoy, la ausencia de tales organizaciones es una debilidad en el movimiento social. Es imperativo superar esta carencia para que el auge revolucionario tenga éxito. La falta de tales organizaciones en parte se deriva de los efectos del colapso de los antiguos regímenes  estalinistas y el retroceso de la conciencia política que derivó de ello. También refleja los cambios en la estructura económica del capitalismo y los cambios en la composición de la clase trabajadora que ha afectado a Chile y muchos otros países.

 

  1. La disminución de la fuerza laboral en la industria de la manufactura en algunos países, la ausencia de grandes fábricas y el crecimiento en el número de trabajadores en la industria del servicio y el aumento de los sectores precarios ha significado que la construcción de tales organizaciones resulte más complicada para grandes secciones de la clase obrera moderna. Este elemento de cambio parcial en la composición de la clase obrera está presente en muchos países. Sin embargo, a nivel mundial, la clase obrera industrial en la industria de la manufactura sigue siendo la fuerza más potencialmente poderosa. Al mismo tiempo, nuevas partes de la clase trabajadora en el área logística, transporte y otros sectores, y grandes partes de la clase media proletarizada, están comenzando a adoptar los métodos de lucha de la clase trabajadora.

 

  1. Es importante que los marxistas no tengan una idea inflexible sobre las formas de organización que puedan surgir durante las revueltas revolucionarias. Trotsky, después de todo, no insistió en que el modelo soviético ruso se replicara de manera exacta. Durante la revolución alemana, por ejemplo, se demostró la importancia crucial de los comités de fábrica que existían en 1923 tras la disminución de la eficacia de los sindicatos debido al colapso de la economía y la hiperinflación. En la comuna de París de 1871, antes del desarrollo de la clase obrera industrial moderna tal como la conocemos hoy, la clase trabajadora fue una fuerza emergente que incluía un gran elemento plebeyo. Con sindicatos limitados y grandes lugares de trabajo, El Comité Central de la Guardia Nacional desempeño un papel crucial en la organización de este movimiento. Este se auto-declaró el poder legítimo en oposición a los alcaldes oficiales de París. En marzo convocó elecciones a un Consejo de 92 miembros – elegido geográficamente bajo las bases de un miembro por cada 20,000 residentes, los que declararon la Comuna en marzo de 1871.

 

Papel crucial de los sindicatos y la clase obrera.

  1. Hoy, los sindicatos, a pesar de su declive numérico y control burocrático, siguen siendo una parte crucial y central del movimiento obrero. Estos pueden jugar un papel decisivo si tienen una dirección  que de la lucha. Es esencial que los trabajadores y los marxistas luchen por transformar los sindicatos en instrumentos combativos en manos de los clase obrera. Al mismo tiempo, es posible que surjan otras formas de organizaciones en conjunto con estos. Ambos, los soviets en Rusia y los Cordones Industriales en Chile coexistieron con los sindicatos. Las secciones tradicionales de la clase trabajadora, aunque más débil numéricamente en muchos países hoy en día, aún puede ejercer un poder económico crucial. Estos pueden actuar como un punto de referencia vital para otros movimientos sociales y secciones de la clase obrera. En Chile, esto fue ilustrado por los trabajadores portuarios en Valparaíso en 2019 quienes actuaron como un poderoso punto de referencia para el movimiento social más amplio que estalló en la ciudad. Potencialmente, otras partes de la clase obrera industrial, en transporte y otros sectores, podrían desempeñar un papel similar.

 

  1. ​​Al mismo tiempo, los cambios en la fuerza laboral en lugares de trabajo más pequeños, la expansión de los sectores precarios y los cambios en las condiciones sociales, pueden dar lugar a la aparición de otras formas de organización, como las organizaciones sociales y comunitarias que se han desarrollado en Chile. Estos pueden jugar un papel importante en la organización de la lucha, especialmente cuando se vinculan con los sindicatos y los lugares de trabajo, lo cual podría asumir un rol importante en el proceso de reconstrucción del movimiento de los trabajadores durante las revueltas revolucionarias como las que están ocurriendo en Chile.

 

  1. La aparición de los «Cabildos» en las comunas locales (barrios) de Chile potencialmente podrían jugar un papel crucial en la próxima etapa de la lucha. Estos todavía necesitan consolidarse de manera más estructurada con la elección de comités de lucha. La construcción de asambleas locales y comités democráticamente electos, unidos entre sí en una comuna, en toda la ciudad, a nivel regional y nacional, es la tarea más urgente que enfrenta el movimiento.

 

  1. En Chile, el 18 de enero, se dio un paso importante. La primera reunión de La Coordinadora de Asambleas Territoriales (CAT) tuvo lugar en Santiago. Más de 1,000 delegados reunidos representando 164 asambleas en el área de Santiago y 30 más de Temuco y Antofagasta. Este es, potencialmente, un paso importante el cual ahora necesita consolidarse.

 

  1. Es urgente que se formen «Cabildos» en los lugares de trabajo, así como en las comunidades locales. Si el CAT se consolida, se fortalece y amplía a los lugares de trabajo y centros de estudio, potencialmente, se podrían tomar las medidas necesarias para convocar un Asamblea Constituyente y, así, asentar las bases para un gobierno alternativo de los trabajadores y los más empobrecidos.

 

  1. Es necesario apoyar la lucha por una Asamblea Constituyente revolucionaria utilizando un método de transición que vincule esta demanda con la necesidad de que la clase trabajadora construya sus propias organizaciones independientes. Esto podría preparara las bases para la formación de un Gobierno alternativo de los trabajadores y los mas pobres. Estas organizaciones aún no están establecidas en Chile. Esto se refleja en el carácter espontáneo del movimiento y es una de sus mayores debilidades.

 

  1. La explosión revolucionaria que ha sacudido a Chile se está desarrollando como un proceso en el cual las masas han dado los primeros pasos tentativos para comenzar a reconstruir sus propias organizaciones independientes. La convocatoria de la CAT representa un paso significativo para avanzar en la conciencia de las masas. En este hay ciertas características del «Poder Popular» que se desarrolló en Chile durante la revolución de 1970-73, en el que se incluyó un intento por construir un poder alternativo basado en la clase trabajadora y los más pobres.

 

  1. En el Chile de hoy, este proceso todavía se encuentra en una etapa inicial tentativa la cual aún no alcanza el nivel de desarrollo existente durante el periodo de 1970-73. La revolución de Chile durante los años 1970-73 consiguió que la clase trabajadora lograra poner un enorme nivel de presión sobre la clase dominante imperialista, lo cual suponía una amenaza aterrorizante para estos últimos. Un año después de las elecciones de gobierno, se fueron tomando medidas para establecer una “red interna” – Proyecto Cybersyn – para coordinar la producción de los sectores nacionalizados de la economía de este vasto país. En 1973 Allende propuso, valientemente, una nueva constitución la cual seria sometida a un plebiscito el día 11 de septiembre de 1973; más tarde esa fecha se convertiría en el día del golpe de estado. Sus propuestas incluyeron el reconocimiento de Chile como un estado creado por los trabajadores; el poder judicial debería estructurarse en pos de permitir el desarrollo del socialismo; el reconocimiento de los derechos del pueblo mapuche y el establecimiento de una Cámara de Diputados con una votación de 1 candidato por cada treinta mil personas, así como una Cámara de Trabajadores directamente elegida por la misma clase trabajadora. Sin embargo, el avance del movimiento se vio entorpecido por la falta de toma de decisiones que efectivamente rompieran de manera tajante con el capitalismo y que enfrentaran de lleno la máquina del estado capitalista. Este error garrafal permitió que las fuerzas armadas tomaran el poder y aplastaran la emergente revolución.

 

  1. Hoy, la tarea de los marxistas, del CIT en Chile y de Socialismo Revolucionario es intervenir con propuestas concretas para ayudar a jóvenes y a trabajadores a llevar este proceso adelante.

 

   54.    El carácter espontáneo de este movimiento social chileno también se ve  reflejado en otras explosiones sociales que han ocurrido en otros países del mundo. En estos también se muestra una ausencia de dirección  y de un partido representante que refleje los intereses de la clase trabajadora y de todos aquellos explotados por el capitalismo.

 

  1. La ausencia de un partido de masas que represente a  la clase trabajadora, la falta de organización y la ausencia de la idea del socialismo como una alternativa viable frente al neoliberalismo y al capitalismo son un reflejo del retroceso de la conciencia política tras el colapso de los antiguos regímenes estalinistas y la ofensiva ideológica del capitalismo. El movimiento social que ocurre en Chile y en algunos otros países del mundo representa un paso vital en la lucha de clases. Al mismo tiempo, estos movimientos también ilustran que es necesario dar diferentes pasos hacia adelante para lograr una victoria duradera, y para derrocar el capitalismo y lograr establecer un gobierno de trabajadores y los más pobres.

 

Las preguntas de los partidos políticos.

  1. Después de décadas de traición por parte de todos los partidos políticos en Chile, así como también en otros lugares del mundo, existe una palpable hostilidad entre la población hacia estos y una oposición a la idea de apoyar a cualquiera de estos. Esto es comprensible dado el calibre de la degeneración del Partido Socialista chileno, quienes han estado incluso involucrados con el narcotráfico, y la traición del Partido Comunista. La hostilidad hacia los partidos políticos existe en distintos grados en muchos otros países del mundo. Y en este periodo se muestra particularmente fuerte en Chile. El canto popular, “¡El pueblo unido, jamás será vencido! “ha sido modificado a «¡El pueblo unido, avanza sin partido!”. El ambiente anti-partidista también ha sido evidente durante el movimiento de los «Indignados» en Grecia en el 2014, en España durante las protestas del «15-M» en el 2015 y las masivas protestas en Brasil el 2016 en contra de los Juegos Olímpicos Juegos. Sin embargo, IR en España intentó maquillar la situación y simplemente negó que el problema existía en lo absoluto.

 

  1. La conciencia política no es un concepto estático. Cuando se basa en experiencia esta puede avanzar enormemente, especialmente cuando existe una asistencia marxista activa. En España, la hostilidad hacia la idea de la existencia de partidos políticos, finalmente dio paso al intento de formar un nuevo partido político de izquierda radical: Podemos. Esto siguió a la victoria del Partido Popular en las elecciones generales tras el movimiento de los Indignados en España. La convocatoria de una Asamblea Constituyente en Chile podría ayudar a las masas a entender las lecciones de los motivos tras la necesidad de crear un partido propio. Las elecciones de una Asamblea Constituyente forzarían la cuestión de qué partido apoyar y así como también la necesidad de crear un partido que realmente represente a la clase obrera y a los mas pobres en la sociedad.

 

  1. “Podemos” no llegó a convertirse en un verdadero partido de la clase trabajadora con una real alternativa socialista. Su sección más activa estaba dominada por una pequeña burguesía en decadencia, la clase semi-trabajadora y la juventud. En el partido también podían encontrarse algunos miembros trabajadores, pero  sus bases no se construyeron en la idea de la clase trabajadora tradicional. El movimiento tenia un programa limitado el cual asumió un carácter de izquierda populista radical con un método jerárquico y burocrático en su dirección. Internacionalmente, estas nuevas fuerzas de la izquierda radical no han llegado tan hacia la izquierda como lo hicieron, durante los setentas y ochentas, los poderosos partidos reformistas o centristas. “Podemos” ha dado un paso hacia políticas de derecha y ahora ha entrado en coalición con el Partido Socialista pro-capitalista, PSOE.

 

  1. Los marxistas deben evaluar cada etapa del proceso revolucionario con un enfoque realista. Es trascendental que se evalúen tanto las fortalezas como las ​​debilidades del movimiento. En estos puntos debe incluirse el concepto de la conciencia política de las masas. Para una organización revolucionaria puede ser desastroso el romantizar o idealizar una situación revolucionaria. Durante la revolución rusa, entre febrero y octubre de 1917, los bolcheviques, particularmente Lenin y Trotsky, evaluaron asiduamente la situación de manera real en cada etapa. Las tácticas y los lemas a los que abogaron durante febrero, abril, julio y agosto del mismo año, fueron correspondientes con los procesos de maduración y perspectiva de las masas durante dicha revolución, lo cual ayudo al avance efectivo de la revolución.

 

  1.  IR ha olvidado este esencial enfoque marxista. En un artículo estos afirman, correctamente, que los movimientos revolucionarios en América Latina – Argentina 2001, Bolivia 2003-5, Ecuador 2004-7 y México 2006 – mostraron una correlación favorable en las fuerzas en pos de «Romper con el orden capitalista». El mismo artículo discute los movimientos revolucionarios de la «Primavera Árabe» y sus consecuencias internacionales. Sin embargo, dicho articulo omite mención alguna de las debilidades, carencias y errores ocurridos durante estos movimientos. ¿Por qué fueron derrotados estos movimientos, se pregunta, en un hostil ataque contra el CIT, sin nombrarnos; «¿Fue esto fruto de la» ausencia de una conciencia socialista?» o la «¿Madurez de las masas?» ¿O fueron las traiciones de los estalinistas, reformistas y los líderes nacionalistas? ¿o la falta de existencia de un partido revolucionario capaz de ofrecer una estrategia real para tomar el poder?». La gran diferencia con la revolución rusa, continúa, no fue la «conciencia” de las masas «sino el papel de los bolcheviques en Rusia».

 

  1. La ausencia de un partido revolucionario de masas en estos movimientos fue un factor importante el cual evitó que las masas tomaran el poder. Sin embargo, IR no puede plantear la siguiente pregunta: ¿por qué no hubo, o no se desarrolló, un partido revolucionario en esta situación? ¿Por qué no existieron partidos fuertes de la clase trabajadora, incluso aquellos de naturaleza reformista o de izquierda reformista? En el mismo artículo IR habla de Egipto y el derrocamiento del régimen y de la contrarrevolución que le siguió. Sin embargo, no hay comentarios respecto al proceso de esta situación, ni tampoco se menciona la ausencia de un partido de trabajadores, incluso uno de un carácter reformista, lo cual inicialmente permitió que la Hermandad Musulmana asumiera el poder.

 

  1. Después de la crisis mundial del capitalismo en el año 2007/8 se produjo un aumento en la lucha social en muchos países del mundo, lo cual conllevo a una radicalización y polarización de las estructuras política. Esto se vio reflejado en la aparición de “Podemos” en España, Syrizia en Grecia, el incremento en el apoyo a Bernie Sanders en los Estados Unidos y la posterior elección de Jeremy Corbyn como líder laborista en Gran Bretaña. Estos hechos representaron un cambio significativo en la conciencia política de una gran parte de las masas. Sin embargo, estos cambios tuvieron sus limitaciones, lo cual se vio reflejado en la debilidad de carácter de clase de aquellos involucrados en la política de la «nueva izquierda» la cual tenía un carácter más radical y populista que el de una izquierda socialista combativa. Estos procesos fueron un reflejo de la conciencia política que existía como consecuencia de los continuos efectos del colapso de los antiguos regímenes estalinistas. Estos movimientos no pudieron hacer frente al desafío planteado por la profunda crisis capitalista, como resultado, en muchos países se presento una oportunidad para que las fuerzas populistas de la derecha lograran intervenir por un período. La nueva izquierda de “Podemos”, Syrizia y otros, finalmente, se rindieron ante el capitalismo y dejaron de luchar contra este.

 

  1. La ausencia de partidos de trabajadores, la debilidad o falta de organización independiente y la falta de una clara conciencia socialista en esta etapa, incluso entre las secciones más activas del movimiento, fueron factores que complicaron los movimientos revolucionarios. El colapso de los antiguos estados estalinistas todavía arroja una sombra sobre los movimientos revolucionarios que han estallado recientemente, impidiéndoles avanzar en la lucha contra los regímenes capitalistas.

 

  1. La existencia de un partido marxista revolucionario de masas es fundamental para completar la revolución y permitir que la clase obrera tome el poder en sus manos. Sin embargo, este factor subjetivo no está separado esquemáticamente de las condiciones revolucionarias objetivas – (una división entre la clase dominante, una disposición de lucha por parte de la clase trabajadora clase y las vacilaciones de las clases medias, junto con la amplia conciencia política de las masas).

 

Factores objetivos y subjetivos interrelacionados

 

  1. Al igual que las avestruces, IR entierra la cabeza en la arena y finge que estos obstáculos simplemente no existen. Todo se reduce, esquemáticamente, a la ausencia de un partido revolucionario. Sin embargo, la existencia y el desarrollo de un partido revolucionario de masas no tiene lugar en el vacío. No hay un muro chino entre lo político, las condiciones objetivas, la conciencia política de las masas y la construcción de un factor subjetivo: un partido revolucionario. Todos estos puntos están dialécticamente interconectados y uno afecta el otro. Esto se demostró durante la revolución rusa cuando los bolcheviques tuvieron que luchar como una minoría para finalmente ganar una mayoría entre la clase trabajadora. A través de la experiencia en la lucha y con una nueva crisis, aun más profunda, del capitalismo y con la intervención de los marxistas, estos obstáculos pueden ser superados. Pero negar la existencia de estos puntos seria tropezar ciegamente en el turbulento mar de la crisis capitalista y de la lucha de clases. Un partido marxista relativamente pequeño puede dar saltos gigantes de manera muy rápida y puede convertirse en una fuerza masiva presentándose las condiciones objetivas correctas. Con los lemas, programa, táctica y estrategia correctas, una fuerza revolucionaria relativamente pequeña puede llegar a tener un impacto decisivo y puede impulsar al movimiento de masas a tomar los pasos necesarios para tomar el poder en sus manos y romper con el capitalismo. Sin embargo, esto no se logra si se niegan los obstáculos que están presentes y negando la realidad. Este es el método del sectarismo, no del bolchevismo.

 

Las ilusiones son un defecto fatal para un revolucionario.

 

  1. El aumento en acciones revolucionarias en Chile reflejó un avance en la conciencia colectiva, incluso sin la presencia de un gran partido marxista. Sin embargo, este proceso aún está en una etapa de maduración. Las demandas que piden el fin del neoliberalismo y la salida del actual gobierno para poner  fin al sistema actual son tan amplias y fuertes como el heroísmo de la juventud al enfrentar a la maquina del estado. Estas acciones han sido pasos positivos hacia adelante. Sin embargo, dichas demandas aun permanecen limitadas a peticiones por una sociedad más «justa», «digna» e «igual». La idea del socialismo como una alternativa real contra sistema actual aún no se ha desarrollado. Negar que tales complicaciones existen no ayudará a los trabajadores y jóvenes chilenos a sacar las conclusiones necesarias para terminar con el régimen de Piñera y todo el resto del sistema actual, ni tampoco ayudará a derrocar el actual modelo económico ni a decidir como este debería ser reemplazado.

 

  1. Los problemas que surgieron en el movimiento revolucionario en Chile tienen lecciones importantes las cuales son comparables con el ascenso revolucionario que se ha visto en el resto de América Latina, Haití, Irak, Irán, el Líbano y otros países del mundo.

 

La lucha de los pueblos indígenas.

 

  1. Un nuevo fenómeno que ha surgido en América Latina, lo cual es muy relevante, es la movilización a gran escala, dentro de todo el continente, de los pueblos indígena. Es esencial que los marxistas y la clase trabajadora reconozcan la importancia de este fenómeno y que se adopte un enfoque apropiado para su tratamiento.

 

  1. En la totalidad de América Central y América del Sur se estima que hay 50 millones de personas indígenas. En América Latina, 62.2% de la población boliviana pertenece a comunidades nativas y en Perú la cifra es del 24%. En México se estima que el 15% de la población pertenece a comunidades indígenas, entre las cuales se hablan 68 dialectos distintos. En Chile, se estima que el 11% de la población es Mapuche. Como en muchos otros países latinoamericanos, el pueblo mapuche vive en su territorio de origen (en el sur del país) pero muchos de estos, o la gran mayoría, han emigrado a centros urbanos donde un gran numero forma parte de la clase obrera. Además de este punto, está la cuestión de la población de raza negra la cual es, abrumadoramente, de clase obrera y de bajos recursos. En su mayoría estos son descendientes de esclavos y emigrantes de partes de África y el Caribe, especialmente aquellos que residen en Brasil, Venezuela y algunos otros países.

 

  1. A esto también se debe agregar el «mestizo» – o mezcla de indígenas con europeos. Los pueblos indígenas, originarios de las zonas rurales, junto con los «mestizos» comprenden la mayoría de la clase trabajadora, los cuales al mismo tiempo conforma gran parte de las poblaciones mas pobres en Sudamérica. La población indígena en el continente alcanza los 50 millones, lo cual es, actualmente, la cifra nativa mas alta registrada desde la llegada de los “conquistadores” españoles a estas tierras. Las clases dominantes en el continente continúan siendo, de manera abrumadora, de ascendencia europea.

 

  1. En los recientes movimientos sociales de Ecuador y Bolivia, los pueblos indígenas han estado en la primera línea de la lucha. En Ecuador, la CONAIE, organización de los pueblos indígenas del Ecuador, ha jugado un papel crucial en el derrocamiento de cuatro presidentes en dicho país desde los ‘90s.

 

  1. En Chile, la bandera mapuche ha sido adoptada y utilizada como bandera de resistencia para todos aquellos involucrado en la lucha. El movimiento de las masas contra el reciente golpe de derecha en Bolivia se llevó a cabo bajo la bandera Wiphala de los pueblos originarios, la cual Evo Morales había instalado como una de las dos banderas nacionales de Bolivia.

 

  1. Todos estos movimientos sociales han presentado las luchas de los pueblos indígenas juntos con la lucha de clases y el movimiento de masas de la clase trabajadora contra gobiernos y regímenes.

 

  1. Una de las tareas de la revolución democrática burguesa es la formación de una Nación Estado y la independencia de la dominación imperialista. En América Latina, como en el resto del mundo neocolonial, esta tarea nunca se ha logrado llevar a cabo en su totalidad. Todos los países latinoamericanos aun permanecen atados e integrados a las principales potencias imperialistas los cuales controlan la economía a través de los bancos y conglomerados multinacionales.

 

  1. Al mismo tiempo, en algunos de estos países, el problema de la unificación de la nación aun no ha sido completamente resuelto. Las clases dominantes siguen ligadas a las grandes potencias imperialistas, las cuales reprimen, explotan y marginalizan a los pueblos originarios. Ninguno de dichos elementos de doble explotación puede ser resuelto bajo el capitalismo ni por el terrateniente ni tampoco por la clase nacional capitalista de estos países.

 

  1. Aunque este problema pareciera haber explotado recientemente durante los últimos movimientos sociales, la realidad es que este siempre ha sido un tema latente y pendiente en muchos países latinoamericanos. El escritor peruano marxista, José Carlos Mariátegui, desarrolló este tema en una serie de ensayos, «Siete Ensayos interpretativos sobre la realidad peruana” en relación con el Perú en la década de 1920. En sus escritos, identificó el tema de los pueblos indígenas con respecto a la cuestión de la lucha de clases y las relaciones de propiedad, especialmente respecto al derecho a la tierra. Él vinculó este punto con las ideas de la revolución permanente y argumentó que las tradiciones culturales de propiedad común de la tierra y la cultura comunal entre los pueblos andinos facilitaría la evolución de la lucha contra el feudalismo y el capitalismo, con el socialismo. Este es un punto válido y sigue siendo aplicable hoy.

 

  1. La tierra comunal, combinada con el fuerte vínculo de comunidad y solidaridad, tiene un amargo antagonismo con el capitalismo, y en especialmente con el neoliberalismo. La poderosa identidad con la tierra como proveedora de alimentos, agua y sustento de vida ha significado que estas comunidades tengan una larga tradición de protección medio ambiental. Esto les ha llevado a un duro conflicto con los monopolios forestales y de tala, quienes han destruido y continúan destruyendo estos preciosos recursos naturales.

 

  1. Mariátegui consideró, erróneamente, a las antiguas sociedades indígenas de los incas y a otras comunidades nativas, como comunistas primitivos. A pesar de que los nativos consideraban a la tierra como una propiedad comunitaria que enriquecía los lazos entre sus habitantes, no se les podía considerar comunistas primitivos ya que sus estructuras sociales eran altamente jerárquicas y rígidas en el periodo del imperio Inca.

 

  1. Mariátegui desempeñó un papel crucial en la formación del Partido Socialista en Perú, el cual más tarde se convirtió en el Partido Comunista del país. Este había llevado a cabo una lucha en el radical movimiento nacionalista populista, APRA, y se enfrentó con su líder, Haya de la Torre quien se opuso, incluido el socialismo. Mariátegui hizo una contribución extremadamente valiosa al vincular las luchas de los pueblos indígenas con las ideas del socialismo y la revolución permanente la cual es relevante en las luchas que han surgido recientemente. Sin embargo, su carrera política tampoco fue impecable habiéndose opuesto a la formación del Partido Comunista y manteniendo una postura ambigua en la lucha entre Trotsky y Stalin, al no oponerse a Stalin. De todos modos, estos tropiezos en su carrera no le restan valor a la contribución que este hizo durante su juventud.

 

  1. En general, la actual lucha de los pueblos indígenas por las tierras y territorios y también por el idioma y los derechos culturales, es una parte inseparable de la lucha de la clase trabajadora en muchos países de América Latina. Este es un componente de la lucha de la clase obrera en general, como lo demuestran los acontecimientos revolucionarios que han sacudido a Ecuador, Chile y otros países. La actual lucha de estas comunidades por la tierra y los territorios en Chile, Ecuador, Perú y Bolivia entra en conflicto directo con las grandes compañías nacionales y multinacionales, así como también con el estado capitalista. Es esencial que las demandas de los pueblos originarios se incorporen al programa de luchas de la clase trabajadora en general. Solo entonces sus demandas podrán ser solucionadas en su totalidad.

 

  1. En general, los pueblos indígenas no se han preocupado por la demanda de separación o estados independientes. Las demandas de derechos territoriales, lingüísticos y culturales han avanzado de manera fundamental con el fin de tener una ganancia en el marco de los estados existentes. En todo América Latina la demanda de las “pluri-naciones”, es decir, naciones que incluyen totalmente a todos pueblos, ha sido la principal demanda de los últimos años. La elección de Evo Morales fue vista como una gran victoria para el movimiento indígena. Esta seria la primera vez que un representante de los pueblos indígenas había sido electo presidente. Una de las reformas que este introdujo, reflejando las demandas del movimiento, fue el cambio de nombre de Bolivia a República Plurinacional de Bolivia.

 

  1. Por supuesto, las demandas de los pueblos indígenas pueden cambiar en el futuro, especialmente si sus demandas no son atendidas y resueltas. Si los pueblos indígenas decidieran establecer un área o estado independiente, autónomo o semiautónomo, los marxistas apoyarían su legitimo derecho de llevar esto a cabo. Al mismo tiempo, es importante unificar las luchas de todos aquellos oprimidos en un movimiento unificado de la clase trabajadora para así romper con el capitalismo y establecer una confederación democrática voluntaria de los estados latinoamericanos, en la cual todos los aspectos culturales y lingüísticos sean respetados al igual que los derechos territoriales de todos sus pueblos.

 

  1. La elección de Evo Morales y el papel de la CONAIE en Ecuador han ilustrado claramente que tener un liderazgo indígena no es suficiente para asegurar una victoria para los movimientos revolucionarios. Morales, a pesar de implementar reformas significativas, intentó encontrar un acuerdo con el capitalismo, lo cual pagó con un golpe de estado respaldado por el imperialismo estadounidense. A pesar de la movilización masiva de la clase obrera y los pueblos indígenas, Morales huyó del país, en aras de «evitar conflictos», y permitió que la derecha reaccionaria racista volviera al poder. En Ecuador, el liderazgo de CONAIE, después de que el gobierno de Lenin Moreno se viera obligado a huir de la capital Quito, no logro tomar el poder ni la iniciativa de establecer un gobierno representante de la clase trabajadora y los mas empobrecidos.

 

  1. Las erupciones revolucionarias en América Latina han demostrado que una nueva era de lucha social se ha abierto. Es necesario extraer todas las lecciones de estos nuevos movimientos y analizar las debilidades y las nuevas características que están presentes en estos movimientos con el fin de superar los obstáculos existentes para así lograr derrotar a la clase dominante y resolver los horrores sociales que el capitalismo ha impuesto a lo largo de todo el continente.

 

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