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HAMBRE, UNA VERDAD INCÓMODA

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por Héctor Vega – 22/05/2020

Lo que sigue a continuación es una Declaración Pública de dos profesionales, Octavio y Andrea Gana que trabajan en el ámbito de la cultura y las artes. Manuel Acuña Asenjo es autor de un ensayo sobre el significado, oculto para algunos, de la palabra HAMBRE. Manuel devela los misterios de la economía de papel que preside un intercambio desigual con un efecto cruel e implacable, el HAMBRE.

La obra de Octavio y Andrea consistió en proyectar la palabra HAMBRE en el edificio de la Compañía Telefónica. Eso molestó a un gobierno incapaz de manejar una crisis que se venía venir desde antes de Enero 2020, cuando la Organización Mundial de la Salud alertó a los gobiernos del mundo sobre la Pandemia que se había desencadenado en China con un virus Corona. Esos datos fueron minimizados desde un comienzo. Se afirmó que todo estaba preparado y que en esto dábamos lecciones al mundo. En su obsesión por el triunfalismo en las comparaciones con otros países y otras realidades, no vio venir la masiva y cruel crisis social que se agregó a la Pandemia. A poco andar descubrió la verdad de un Estado desmantelado en beneficio de un mercado cuya lógica del lucro nada podía aportar a las necesidades de la población.

El gobierno, manifiestamente sobrepasado, nunca entendió que la crisis llegó a la estructura misma del Estado. Sin credibilidad ni crédito alguno, tuvo que reconocer la dura realidad de la crisis social bajo el espectro del hambre. Podría haber mejorado sustancialmente el ingreso familiar que era la medida directa y eficaz pero no lo hizo y eligió, tardíamente, la distribución de 2 millones 500 mil cajas con mercadería en las comunas.

El diario digital Werken Rojo señala que el gobierno ha pagado por cada caja al empresariado, (controladores del mercado), 30 mil pesos. Según expertos en marketing el valor de estas cajas no sobrepasa los 19 mil pesos, con lo cual estamos frente a un sobreprecio de 11 mil pesos que multiplicados por 2,5 millones de cajas se calcula una apetitosa ganancia de 27 mil 500 millones de pesos para el empresariado involucrado en el programa.

El transcurrir social de cada día nos muestra verdades incómodas que denotan un Estado a la deriva, sin poder de convocatoria y preso de un empresariado insaciable. La contrapartida de un gobierno sin rumbo es la acción y solidaridad que surge desde las comunas con ollas comunes y canastas familiares. En lo político, se manifiesta una ciudadanía dispuesta a cambiar instituciones y autoridades, el Pueblo entiende que deberá buscar, en sustitución de una clase política corrupta, otros hombres y mujeres capaces de gobernar teniendo como base la Dignidad de un Pueblo demostrada en días de lucha que comenzaron el 18 de Octubre.

Lo que transcurre desde esos días ya es parte de la historia social así como lo que develó la luminaria desde la torre de la Telefónica. HAMBRE, UNA VERDAD INCÓMODA.



Los de la proyección lumínica


Somos Delight Lab, un estudio lumínico audiovisual con más de 11 años de trayectoria que trabaja en el ámbito de la cultura y las artes. Nuestro trabajo responde a una profunda sensibilidad artística y humanitaria y, en particular, ante las crisis sociales y ambientales que ocurren en Chile y en el mundo, hemos querido expresar creativamente, de manera pacífica y silenciosa, una sensibilidad universal sólo utilizando la luz.

No tenemos ninguna afiliación política, trabajamos autónomamente desde el arte y es desde nuestro rol de ciudadanos-artistas que hemos realizado una serie de intervenciones lumínicas, muchas de las cuales han sido ampliamente difundidas por los medios de comunicación y las redes, sobre todo las realizadas sobre la fachada del edificio de la Telefónica en los últimos meses.

En este momento queremos denunciar ante la opinión pública que estamos siendo víctimas de amenazas, amedrentamiento, hackeo y censura: tememos por nuestra integridad física y solicitamos el apoyo de la comunidad cultural y de todos aquellos quienes comparten los valores democráticos y el respeto a los derechos humanos.

A continuación exponemos los antecedentes.

1.El pasado domingo 17 de mayo nuestra cuenta de Instagram (principal plataforma de difusión de nuestro trabajo) fue hackeada, impidiendo su acceso. Posteriormente fue borrada, por lo cual tuvimos que crear una nueva cuenta.
2.El día lunes 18 proyectamos la palabra “Hambre”, como un modo de promover la ayuda a personas que están sufriendo esta crisis en Chile. Ese mismo día, recibimos una serie de emails, mensajes personales, ataques e insultos a través de redes sociales e incluso cuentas privadas. Además, subieron fotos nuestras, que incluían nuestro RUT, direcciones y otros datos privados. No reproduciremos acá el calibre de los insultos y groserías recibidas, pero nos advertían que nos “cuidáramos” y que si seguíamos haciendo nuestro arte sufriríamos las consecuencias. A esto se suman las inaceptables palabras del diputado RN Diego Shalper, quien nos trató de “miserables” y pidió que se investigara y persiguiera a quienes estaban detrás de las proyecciones lumínicas porque responderíamos a una “ideología y agenda política, violencia incluida”. Estas declaraciones sí son violentas, no lo que hacemos nosotros, e incluso alguien podría interpretarlas como una incitación a las persecuciones y amedrentamientos que estamos sufriendo.
3.Ayer, martes 19 de mayo, mientras realizábamos otra proyección, de la palabra “Humanidad”, aparecieron unos focos blancos, desde un camión especialmente habilitado y protegido por Carabineros, iluminando la zona de manera de hacer ilegibles los mensajes, en un inaceptable acto de censura y atentado a la libertad de expresión.

Es evidente que esto obedece a una operación previamente concertada que pone en riesgo nuestra integridad física y vulnera nuestros derechos, por lo cual estamos interponiendo un recurso de protección. Además, por otro lado, reafirma el impacto social de lo que hemos hecho.

Como artistas, avalados por toda nuestra conocida trayectoria, lo que menos podemos pedir es que la autoridad cumpla con protegernos y lo que pacíficamente hacemos, sancione a los responsables y aclare estos hechos a la brevedad. Nuestra acción de arte, lejos de ser un delito, ha sido visto por la mayoría de la gente (eso está consignado vastamente en la prensa) como un acto humanitario y sensible del duro momento que vivimos.

Octavio Gana, Andrea Gana
Delight Lab

Santiago, 20 de mayo de 2020

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