Dave Carr.
Socialist Party, CIT en Inglaterra y Gales.
Después de siete años de exilio autoimpuesto en la embajada ecuatoriana en Londres, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, fue arrastrado desde su lugar de asilo y arrestado por la policía metropolitana. Esto siguió a la revocación de su estatus de asilo por parte del presidente de Ecuador, Lenin Moreno.
La administración estadounidense, respaldada por el gobierno conservador del Reino Unido, está deseando que Assange sea extraditado a Estados Unidos para que sea acusado de robar secretos de Estados Unidos, es decir, detalles de sus crímenes de guerra en Irak y Afganistán.
El gobierno del Reino Unido, aliado clave del imperialismo yanqui, mantuvo una vigilancia de siete años y varios millones de libras frente a la embajada en Knightsbridge en su determinación de negarle la libertad a Assange.
Esto fue a pesar de que un grupo de trabajo de las Naciones Unidas, en febrero de 2016, declaró que Assange había sido «detenido arbitrariamente» durante cinco años por los gobiernos del Reino Unido y Suecia y que debía ser liberado inmediatamente, con una indemnización.
Asilo
Assange recibió asilo político en la embajada ecuatoriana de Londres por parte del ex presidente socialdemócrata Rafael Correa, partidario de WikiLeaks.
Correa no pudo presentarse a las elecciones de 2017, que fueron ganadas por su rival del partido socialdemócrata, Lenin Moreno. El nuevo presidente se embarcó en un fuerte cambio hacia la derecha en la trayectoria política del gobierno, incluyendo el desarrollo de lazos económicos y diplomáticos más estrechos con Estados Unidos.
Moreno declaró a Assange una «molestia» y un «problema heredado». Recientemente Moreno acusó a WikiLeaks de piratear sus mensajes privados, sin aportar pruebas de ello. Esta acusación se produce en el contexto de una investigación judicial ecuatoriana contra Moreno por corrupción.
Después de haber llevado a cabo una campaña de propaganda contra Assange, Moreno trabajó con los gobiernos de Estados Unidos y el Reino Unido para asegurar el arresto de Assange.
Tras el arresto, el secretario de Asuntos Exteriores Jeremy Hunt, afirmando ser imparcial, declaró que Assange no es un «héroe». Sin embargo, dijo Diane Abbott, secretaria de Interior de la oposición laborista: «Está siendo perseguido porque ha expuesto las malas acciones de las administraciones de EE.UU. y sus fuerzas militares.»
Correos electrónicos filtrados
La acusación de EE.UU. se refiere a los 700.000 documentos confidenciales, vídeos y cables diplomáticos que WikiLeaks obtuvo de la ex agente de inteligencia estadounidense Chelsea Manning (anteriormente Bradley Edward Manningen) 2010, que puso al descubierto la guerra sucia que el gobierno de EE.UU. y sus gobiernos aliados, incluido el Reino Unido, estaba librando en Irak y Afganistán (y sigue librando).
Posteriormente, Manning fue sometida a un consejo de guerra y encarcelada durante 22 años por el ejército estadounidense, pero fue puesta en libertad tras siete años gracias a un indulto concedido por Barack Obama.
WikiLeaks también fue responsable de la publicación de correos electrónicos piratas (realizados por Fancy Bear, un seudónimo de los hackers estatales rusos según la investigación Mueller) de la dirección nacional del Partido Demócrata antes de las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016.
Lo que estos correos electrónicos filtrados mostraron fue que la dirección nacional de los demócratas estaba bloqueando inconstitucionalmente al candidato de izquierda Bernie Sanders para que no se convirtiera en el candidato presidencial demócrata, en favor de Hillary Clinton, quien posteriormente perdió las elecciones a manos de Donald Trump.
WikiLeaks no es una organización socialista o de izquierda, ni siquiera una organización democrática. Assange ha entretenido a algunos astutos políticos dudosos durante su asilo su embajada, incluyendo a Nigel Farage, ex líder de Ukip (partido de ultra derecha británico).
Además, las acusaciones de violación por parte de mujeres en Suecia contra Assange -la base de su orden de arresto de 2012- no pueden ser simplemente desestimadas como «fabricadas». La acusación de violación debe ser investigada, pero sin la amenaza de deportación a los Estados Unidos.
Sin embargo, la fiscalía sueca actuó con mucha torpeza y lentitud en 2010, cuando se formularon por primera vez los cargos de violación y abuso sexual. Cuando se reanudó la investigación, tuvieron tres semanas para entrevistar a Assange antes de que abandonara el país, lo que le permitieron hacer.
En noviembre de 2016, Assange fue interrogado en la embajada ecuatoriana por funcionarios suecos sobre la acusación de sexo. Luego, inesperadamente, en mayo de 2017, la fiscalía sueca dijo que estaba abandonando la investigación de la violación en ese momento.
A pesar de sus deficiencias, WikiLeaks ha expuesto y avergonzado a las principales potencias occidentales, especialmente por la forma en que sus fuerzas militares y de inteligencia operan al margen de cualquier supervisión pública democrática, llevando a cabo a menudo operaciones extremadamente violentas e ilegales, incluidos actos de terror contra civiles.
Cuando los bolcheviques bajo Lenin y Trotsky dirigieron a la clase obrera y a los pobres rurales al poder en Rusia en 1917, uno de los primeros actos del nuevo gobierno democrático soviético fue revelar los tratados secretos entre las principales potencias capitalistas europeas para dividir el mundo y promover sus intereses geopolíticos.
Hoy, como en 1917, las potencias occidentales están decididas a mantener sus trapos sucios ocultos a la vista del público. Las clases dominantes entienden que la revelación de sus secretos antidemocráticos y antisocialistas sólo puede alimentar el odio de la clase obrera hacia el capitalismo.
