por Celso Calfullan
Dicen que los hijos de tigres tienen que salir rayados. Por eso mismo tenemos que tener claro los que hoy son parte del Frente Amplio son los cachorros de la Concertación y aprendieron muy bien todas sus técnicas para engañar y estafar a los trabajadores y pobladores de este país.
Está claro que no se puede tener ninguna confianza en el Frente Amplio este es un freno más para los cambios que necesita este país y cada día que pasa esto se hace más evidente.
Este martes 27 de julio en una votación en la Convención Constitucional se acordó la forma en que se elegirán siete de los nuevos vicepresidentes que se serán parte de la mesa directiva. En la que se impuso la propuesta de la mesa, que hizo Elisa Loncon y Jaime Bassa de una votación vía patrocinios, esto es importante porque básicamente le abre la puerta a la derecha para que sea parte de la directiva, a esta propuesta se opusieron los representantes de los Movimientos Sociales, la Lista del Pueblo y Chile Digno, estos últimos pedían que la votación fuera mediante el sistema de mayorías o “votación papal”, como les gusta decir a algunos.
La excusa de Elisa Loncon y Jaime Bassa es que ellos no “quieren excluir a nadie” y para tener mayor “legitimidad y gobernabilidad”, como si la minoría que representa la derecha les podría dar esa “legitimidad”. Bueno tampoco nos podemos olvidar que Loncon es una mujer del mundo PS-PPD (ex Concertación) y Bassa del Frente Amplio y esa es precisamente su política.
De los representantes de la ex Concertación nos podemos esperar cualquier cosa, pero cuando el Frente Amplio le abre la puerta a la derecha, le tenemos que recordar que le están abriendo la puerta a los que reprimieron, torturaron, mutilaron y asesinaron al pueblo que lucho por cambiar las cosas en este país, entre otras cosas para tener una nueva Constitución.
También tenemos que recordar que cuando se le abre la puerta a la derecha le estas abriendo la puerta a fascistas y racistas como la Marinovich o la Cubillos, de esto es lo que realmente estamos hablando y por supuesto esto no es un detalle, esto es una traición de marca mayor, asimilable a los acuerdos que llegaron la Ex Concertación y la dictadura encabezada por Pinochet y que nos tuvo durante 30 años estancados en las normas y leyes de ese régimen criminal.
Este tipo de virajes que van cambiando las cosas siempre se tratan de disfrazar con todo tipo de excusas, entre otras la “democracia”, algo de lo que adolece la Convención Constitucional, donde para aprobar cualquier medida o cambio, nos recuerda que un tercio termina siendo igual a dos tercios, algo más anti-democrático que esto es imposible.
El camino del infierno esta empedrado de buenas intenciones, pero las buenas intenciones no sirven para producir los cambios que está pidiendo a gritos el pueblo chileno desde octubre de 2019.
Celso Calfullan.
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